Hace 12 años | Por periolistos a catalunyapress.cat
Publicado hace 12 años por periolistos a catalunyapress.cat

La propietaria del restaurante taurino de Barcelona Casa Leopoldo, Rosa Gil, explica sus impresiones antes de las últimas corridas en la Monumental, donde este domingo torea José Tomás. Serán las últimas porque a partir de 2012 los toros estarán prohibidos en Barcelona.

Comentarios

marcee

Pues sus declaraciones no son nada incendiarias: I malgrat tot, la vida evoluciona, i les noves generacions pugen més sensibles a la natura i l’amor als animals, i tot el que és cruent –que no cruel- la tendència és a desaparèixer. Jo penso així: els sentiments són una cosa, no són racionals, i em farà ràbia i pena. Però també tinc un costat pragmàtic que em fa veure que l’afició va minvant.

A mi me parece alguien al que le gusta algo claramente impopular y que está resignada a su desaparición y que entiende las razones...

Pero claro, mejor no leer lo enviado...

Robus

#5 Mejor lo traduzco:

A pesar de todo, la vida evoluciona, y las nuevas generaciones suben más sensibles a la naturaleza y el amor a los animales, y todo lo que es cruento-que no cruel- tiene tendencia a desaparecer. Yo pienso así: los sentimientos son una cosa, no son racionales, y me dará rabia y pena. Pero también tengo un lado pragmático que me hace ver que la afición disminuye.

Ed_Hunter

#5 Efectivamente, es una entrevista a alguien a quién le gustan los toros, pero entiende su desaparición, que reconoce que era ya la crónica de una muerte anunciada y que en realidad la afición a los toros había prácticamente desaparecido y que mejor que desaparezca así, por una ley injusta que por la muerte natural de los últimos aficionados.

Por otra parte, comer en su restaurante (Casa Leopoldo) es algo digno de mención. Eso si que es Cultura (gastronómica). Muy recomendable ir a comer allí incluso para los antitaurinos como yo.

marcee

#7 Yo es que no me defino como antitaurino. Antitoreo sí. Pero la carne de toro está muy, muy rica.

D

#5 En efecto, yo lo leí antes de comentar, y también me sorprendió la cordura de la señora. No es común en los aficionados taurinos.

D

En el mundo civilizado no, pero siempre tendrá un hueco en algún museo de historia natural. Aqui el tigre dientes de sable, aqui un esqueleto de mamut, aqui el cuerpo disecado de una aficionada taurina... Y los niños verán con más horror al taurino que a los colmillos de sable.

D

#2

Pateticos.

Reconozco que te hace justicia el nombre. No como el de cateto, pero te sirve.

dunachio

Hombre, siempre se puede ofrecer ella a que la toreen. Y que luego nos cuente si duele o no.

D

Pues servido!