Hace 15 años | Por narmia a timesonline.co.uk
Publicado hace 15 años por narmia a timesonline.co.uk

Un estudio del profesor Mario Beauregard, de la Universidad de Montreal, revela que en el amor incondicional tan solo se activan los mismos impulsos cerebrales que en el amor romántico o sexual, en tres áreas del cerebro, "lo que sugiere que debería considerarse como una emoción totalmente separada". En el amor profundo se experimenta "un deseo de cuidar de otra persona sin ningún pensamiento de recompensa". Y se libera dopamina, ligada a la detección del placer, la recompensa y la euforia. (En inglés)

Comentarios

n

Es verdad, y está buena la tele, motos, en telemadrid más películas "históricas", las cadenas de Esperanza Aguirre machacando al gobierno aún en día festivo... con lo bonito que es el amor incondicional.

BartolomewScottBlair

¿Ningún comentario sobre esta noticia y hace ya cuarenta y un minutos? Veo mucha resaca, veo mucha siesta dominguera, veo gran sopor post-paella. Veo mucha tele (bueno, yo no).

D

La entradilla es incoherente. Por una parte dice "en el amor incondicional tan solo se activan los mismos impulsos cerebrales [...]", y por otra dice "debería considerarse como una emoción totalmente separada".

A mí me parece que acaban de (re)descubrir la actividad cerebral que se asocia a lo que en sánscrito se llama "metta": el deseo incondicional de que otra(s) persona(s) sean felices. En budismo hay una familia de técnicas meditativas que tienen como objetivo cultivar esta cualidad.

En el 2004 se demostró que los meditadores experimentados producen una actividad cerebral muy distintiva cuando realizan este tipo de meditación:

http://psyphz.psych.wisc.edu/web/pubs/2004/meditators_synchrony.pdf (en inglés).