Publicado hace 17 años por misterpacifico a periodistadigital.com

Una famosa discordancia entre el evangelio de Juan (según el cual la última cena no es la cena judía de pascua, pues se celebró justo el día antes)y los otros tres, ha sido resuelta por Benedicto XVI en su homilía de jueves santo: Jesús seguía el calendario de la secta esenia, calendario que fue desvelado por los manuscritos del Mar Muerto. Una revolución intepretativa.

Comentarios

jotape

Sí, también seguía la dieta del cucurucho.

m

Para los que estáis votando irrelevante, esto es histórico. Equivale a llamar a Jesús esenio, lo que, por boca del Papa, derriba muros de siglos en la comprensión de la historia. Esto hace años se hubiera considerado herejía

Ahora bien, el voto es libre...

A

¿Histórico? Muéstrame un sólo documento histórico que hable de Jesús y luego hablamos.

D

#3 Testimonios de dos generaciones despues de los hechos. Ya era leyenda. De esa época también es la biblia. Posteriores.

Por otra parte, la iglesia católica anduvo decenios buscando y controlando textos apócrifos, inconvenientes.

Digamos que me quedo con la buena nueva: jesús era esenio. Los esenios (una secta judía entregada a la vida ascética, viviendo en monacato eremítico y manejando doctrinas espirituales gnóstico-apocalípticas) eran vegetarianos y rechazaban el culto del Segundo Templo, motivo por el cual no empleaban cordero en sus cenas pascuales y celebraban la pascua un día antes.

Caramba, Un buen cristiano no va a poder comer cordero. Ya es putada, ya. Encima, tampoco pueden comer marisco. Apocalíptico.

Penitencia contra el anticristo.

m

Te copio las fuentes documentales extra-blblicas de un manual de historia cualquiera. A tí te costará dos minutos encontrarlo en algún sitio on-line.


Flavio Josefo, un historiador judío, en el año 96 escribió: «En este tiempo existió un
hombre de nombre Jesús. Su conducta era buena y era considerado virtuoso. Muchos judíos y
gente de otras naciones se convirtieron en discípulos suyos. Los convertidos en sus discípulos
no lo abandonaron. Relataron que se les había aparecido tres días después de su crucifixión y
que estaba vivo. Según esto fue quizá el mesías de quien los profetas habían contado
maravillas» (Antiquitates Iudaicae, XVII,3,3, según la versión árabe).
Plinio el Joven, gobernador de Bitinia (actual Turquía), en el año 112, informa al
Emperador Trajano que los cristianos suelen «reunirse en un día fijo antes del alba y
cantar a coros alternados un himno a Cristo como a Dios» (Cartas, X,96).
Tácito, historiador romano, el año 116 escribió en Anales XV,44, que «los cristianos
tomaban su nombre de Cristo, que había sido ejecutado en el reinado de Tiberio por el
procurador Poncio Pilato».
Suetonio, historiador romano, por el año 120, escribió: [Claudio] «expulsó de Roma a
los judíos, que provocaban alborotos continuamente a instigación de Cresto» (Vit. Claudius,
25).