Hace 13 años | Por JaLas a heraldo.es
Publicado hace 13 años por JaLas a heraldo.es

Acostumbrada al riesgo que implica la aventura de la creación, la escritora zaragozana Soledad Puértolas ingresa en la Real Academia Española el próximo domingo y llega a la RAE en plena revisión de la Ortografía. No le importaría que los cambios fueran más valientes, porque no dejan de ser "convenciones". De hecho, ha asegurado que "estaría dispuesta a meditar la supresión de la hache".

Comentarios

genteta

#3 ... Chocho (entrepierna)...

Que fino te ha quedado... lol

D

En el gallego tampoco hay H se leen como ejemplo haba=faba huevo=ovo hombre=ome huelga=folga

#3 No se refiere a la c y H que se pronuncia che, se refiere a la H que se supone muda sin la c. EL caso es que esto haria modificar el abcdario ya que habian retirado la ch solo seria eliminar la h y que existiese una letra ch.

JaLas

Noooo!!!!!!! Dios mío, pero ¿hasta dónde van a llegar los académicos?

Scan

di ke si koño, sASoLeReXuLoNa!!!!

Mejor escribir así, donde vamos a parar.

JaLas

Os paso un texto de coña que vi en un blog cuando la RAE aprobó las últimas modificaciones (ya sabéis, la de la ´ye` en lugar de la y griega). Es desternillante: http://txistorradigital.blogspot.com/2010/11/la-nueba-hortografia-sin-azento.html

Wikileakso

#0 "hacer más asequible el español como lengua universal de los hispanohablantes "

será mejor:

"azer mas asekible l spañol komo lengua unibersal d los ispanoablantes".


Porque al final, nos quieren llevar a eso.

Insubordinación lingüística YA!

Antonete

Aunque pueda parecer atrevido, estoy a favor de simplificar la ortografía. La supresión de la "h" en algunos casos (en mi opinión no se debería acabar con ella en todo) puede cumplir esta función, como así lo han hecho otros cambios que ya se han introducido en nuestra gramática.
En realidad, algunas reglas solo tienen la función de servir como filtro social entre las personas que han podido completar su educación y las que no, aunque la que sepa escribir correctamente pueda ser una completa maleducada.

t

#5 No te preocupes que completar o no la educación se ve tambien en otras cosas.
¿A que se debe esa manía ultrademócrata en igualar a la gente colocando abajo el punto medio?, ¿No sería mejor subir el nivel de los que no han finalizado su educación que bajar el general para evitar que destaquen bajo la media?.

JaLas

#11 Hombre, no te digo yo que no hay cosas más importantes que éstas pero resulta que los académicos no tienen mucha capacidad para plantear acciones ante la crisis.. y viendo lo que se les ocurre en su ámbito casi que mejor

D

En italiano ya lo hacen, se puede decir que no hay "h", así que tu me dirás
Y si diferencian entre "b" y "v", es porque realmente son dos fonemas diferenciados, como en ingles. Asi que se da el caso de que una palabra se escriba con "v" en castellano y con "b" en italiano, pese a que el italiano diferencia claramente el sonido labiodental

aupa

#7 eiñ? ¿qué quieres con que se puede decir que no hay 'h' en italiano?

D

#8 No hay fonema aspirado /h/, como tampoco lo hay en castellano
Y, por tanto, no lo escriben, es decir, que no hay grafia "h" (en castellano, sin embargo si lo escriben)
"En el caso de la letra h, muy pocas palabras italianas la tienen, incluyendo las formas conjugadas en presente del verbo avere (tener)"

Ej: omosessuale (it.) / homosexual (cast.)
omeopatia (it.) / homeopatía (cast.)
olocausto (it.) / holocausto (cast.)
ipertensione (it.) / hipertensión (cast.)
orto (it.) / huerta (cast.)
avere (it.)/ haber (cast.)

Martixx

#16 Bueno...la hache en italiano no se ha suprimido del todo, al verbo avere me remito:

io ho
tu hai
lei ha
noi abbiamo
voi avete
Loro hanno

Pero sí, el ejemplo que has puesto es claro. En el idioma italiano se ha perdido la hache al no haber tenido una academia de la lengua (de hecho a día de hoy tampoco la tienen) que hay velado por el idioma. Nosotros que la tenemos desde hace 300 años queremos hacer como que no la tenemos

D

#17 la hache en italiano no se ha suprimido del todo, al verbo avere me remito

Efectivamente, ya lo he dicho en #7, que la grafia "h" "casi" se ha perdido, no que se haya perdido del todo

aupa

#16 hombre, perode ahí a que se puede decir que no hay 'h'... precisamente estaba pensando en el verbo 'avere' ('ho', 'hai'...). A tener en cuenta también las formas 'ch' (como 'chiesa', 'che'...) y 'gh' (como 'ghiotto'...). Otra cosa es que en español haya habido letras que han cambiado a 'h' (como 'hijo' en italiano con 'f': 'figlio' -y latín: filius), o palabras que en español mantienen la 'h' latina y en italiano no ('hombre', 'uomo'), pero que se podría decir que no hay 'h', me parece un poco excesivo.

D

#21 Aupa,
Me refiere a que no existe la aspiración, no existe el fonema "h", al igual que tampoco existe en castellano. A pesar de ello, en castellano se ha mantenido la grafía, y en italiano, en cambio, prácticamente ha desaparecido, salvo unas pocas excepciones (una de las excepciones es algunas formas de la conjugación del verbo "avere" y prestamos que llevan "h" en su lengua original).

Estas dos grafías no tienen nada que ver con la aspiración, que a fin de cuentas, es a lo que se refiere el articulo (como tampoco lo tiene la grafía "ch" del castellano):
La "ch", siempre ante "e" o "i" es la grafía del sonido /k/ delante de e o i. Lo que en castellano se escribe como "que" "qui",
Y la "gh", siempre ante "e" o "i" es la grafía del sonido /ɡ/ delante de e o i. Lo que en castellano se transcribe "gui", "gue".

Y no sigo mas, porque me desvió del tema del articulo

aupa

#22 "Me refiere a que no existe la aspiración"

aaahhh, entonces como si no hubiese dicho ná, que pensaba que te referías a la ortografía.

D

No tiene pelotas a hacerlo.

w

Oye ...no había algún texto circulando por ay sobre empezar a quitar la H , diferenciar B y v...etc... porque creo que la realidad se va acercando a la ficcion

Saludos

Antonete

#13 Botella al mar para el dios de las palabras. Gabriel García Márquez. I Congreso Internacional de la lengua española. Zacatecas, Méjico.

A mis 12 años de edad estuve a punto de ser atropellado por una bicicleta. Un señor cura que pasaba me salvó con un grito: «¡Cuidado!»

El ciclista cayó a tierra. El señor cura, sin detenerse, me dijo: «¿Ya vio lo que es el poder de la palabra?» Ese día lo supe. Ahora sabemos, además, que los mayas lo sabían desde los tiempos de Cristo, y con tanto rigor que tenían un dios especial para las palabras.

Nunca como hoy ha sido tan grande ese poder. La humanidad entrará en el tercer milenio bajo el imperio de las palabras. No es cierto que la imagen esté desplazándolas ni que pueda extinguirlas. Al contrario, está potenciándolas: nunca hubo en el mundo tantas palabras con tanto alcance, autoridad y albedrío como en la inmensa Babel de la vida actual. Palabras inventadas, maltratadas o sacralizadas por la prensa, por los libros desechables, por los carteles de publicidad; habladas y cantadas por la radio, la televisión, el cine, el teléfono, los altavoces públicos; gritadas a brocha gorda en las paredes de la calle o susurradas al oído en las penumbras del amor. No: el gran derrotado es el silencio. Las cosas tienen ahora tantos nombres en tantas lenguas que ya no es fácil saber cómo se llaman en ninguna. Los idiomas se dispersan sueltos de madrina, se mezclan y confunden, disparados hacia el destino ineluctable de un lenguaje global.

La lengua española tiene que prepararse para un oficio grande en ese porvenir sin fronteras. Es un derecho histórico. No por su prepotencia económica, como otras lenguas hasta hoy, sino por su vitalidad, su dinámica creativa, su vasta experiencia cultural, su rapidez y su fuerza de expansión, en un ámbito propio de 19 millones de kilómetros cuadrados y 400 millones de hablantes al terminar este siglo. Con razón un maestro de letras hispánicas en Estados Unidos ha dicho que sus horas de clase se le van en servir de intérprete entre latinoamericanos de distintos países. Llama la atención que el verbo pasar tenga 54 significados, mientras en la República de Ecuador tienen 105 nombres para el órgano sexual masculino, y en cambio la palabra condoliente, que se explica por sí sola, y que tanta falta nos hace, aún no se ha inventado. A un joven periodista francés lo deslumbran los hallazgos poéticos que encuentra a cada paso en nuestra vida doméstica. Que un niño desvelado por el balido intermitente y triste de un cordero dijo: «Parece un faro». Que una vivandera de la Guajira colombiana rechazó un cocimiento de toronjil porque le supo a Viernes Santo. Que don Sebastián de Covarrubias, en su diccionario memorable, nos dejó escrito de su puño y letra que el amarillo es «la color» de los enamorados. ¿Cuántas veces no hemos probado nosotros mismos un café que sabe a ventana, un pan que sabe a rincón, una cerveza que sabe a beso?

Son pruebas al canto de la inteligencia de una lengua que desde hace tiempo no cabe en su pellejo. Pero nuestra contribución no debería ser la de meterla en cintura, sino al contrario, liberarla de sus fierros normativos para que entre en el siglo venturo como Pedro por su casa. En ese sentido me atrevería a sugerir ante esta sabia audiencia que simplifiquemos la gramática antes de que la gramática termine por simplificarnos a nosotros. Humanicemos sus leyes, aprendamos de las lenguas indígenas a las que tanto debemos lo mucho que tienen todavía para enseñarnos y enriquecernos, asimilemos pronto y bien los neologismos técnicos y científicos antes de que se nos infiltren sin digerir, negociemos de buen corazón con los gerundios bárbaros, los qués endémicos, el dequeísmo parasitario, y devuélvamos al subjuntivo presente el esplendor de sus esdrújulas: váyamos en vez de vayamos, cántemos en vez de cantemos, o el armonioso muéramos en vez del siniestro muramos. Jubilemos la ortografía, terror del ser humano desde la cuna: enterremos las haches rupestres, firmemos un tratado de límites entre la ge y jota, y pongamos más uso de razón en los acentos escritos, que al fin y al cabo nadie ha de leer lagrima donde diga lágrima ni confundirá revólver con revolver. ¿Y qué de nuestra be de burro y nuestra ve de vaca, que los abuelos españoles nos trajeron como si fueran dos y siempre sobra una?

Son preguntas al azar, por supuesto, como botellas arrojadas a la mar con la esperanza de que le lleguen al dios de las palabras. A no ser que por estas osadías y desatinos, tanto él como todos nosotros terminemos por lamentar, con razón y derecho, que no me hubiera atropellado a tiempo aquella bicicleta providencial de mis 12 años.

Fesavama

Ojo, un trozo de la misma noticia sin esa H que le atormenta, y con las modificaciones que apunta #13:

Akotubra al rriego ke iplika abetura de kreasion, ekritora saragosana Soleda Puetola ingresa en RRea Akademia Epañola prosimo domigo y yega a RRAE en plena rebision de Otografia. No iportaria ke kambio fuera ma baliente, poke no deja de se "kobensiones".

"Yo etaria dipueta a medita supresio de ase. No kreo ke tegamo ke preseba leguaje ta kua emos rresibio", afima en etrebita, en ke adelata linea jenerale de dikuso de igreso y abla de "atabiko" ke rresuta la ecasa presensia de mujere en alguna intitusione.

En kasa de Posuelo de Alakon (Madri), y tra deja en jardi a Koti y Lura, su do perro, para ke no iterrupa durate kobesasion, Puetola komenta ke todabia no sabe bie cua podra se su aportasion a Akademia.

Pero supone ke, a ora de trabaja en RRAE, "no sera fasi maridaje ente eskritore y linguita". Uno y otro tiene una visio "radikalmete diferete" de leguaje. "Ekrito e ma arriegao, ma ituitibo", afima Puetola, amiga de satase la norma kuando lo be nesesario.


Te pillé.

JaLas

¿Alguien me puede explicar por qué se me ha puesto un voto negativo en esta noticia por sensacionalista?

polvos.magicos

Me pregunto yo si en el momento presente no hay cosas mucho más importantes en este pís que cambiar los acentos o quitar haches en las palabras como para perder el tiempo con eso, no lo tienen para cambiar la ley electoral y lo tienen para esa estupidez, eso es lo sangrante de España, que se dedica a los superfluo cuando debería empeñarse en lo importante para levantar y sacarla del hoyo donde esta metida.
He estado tentada de escribir hoyo sin h pero he pensado que sonaría a oir, esa es la estupidez que estaría dispuesta a meditar esa cretina.

D

Soledad Puértolas, Muñoz Molina, Pérez Reverte, Mateo Díez, José Luis Borau, José maría Merino...

Toooodos son académicos. Luego hacen chorradas. Qué raro.