Me quedo con el siguiente comentario de Ceballos: «Es normal que se adelanten expedientes, eso es normal. La cadena de mando funciona así, preguntádselo a los políticos. Ese poder no lo tenemos los funcionarios».
Puede que sea normal (es decir común) pero, ¿es correcto que un funcionario acepte y cumpla una orden aun a sabiendas de la irregularidad de la misma?
En el caso de demostrarse la existencia de dichas irregularidades este señor debería asumir las responsabilidades que le corresponden por cargo, aunque no fuera él quien tomara las decisiones, sino tan solo quien cumplía las órdenes. Y es que si la orden que se recibe está fuera de los procedimientos aprobados, por mucho que se haya recibido dicha orden, la responsabilidad recae sobre quien incumple tales procedimientos.
#1 y #2 La cuestión es saber si los hechos son un delito o no. Las distracciones como las tuyas son las que hacen los fanáticos.
Estas corrupciones nos afectan a todos. Es evidente que si un comercio de ropa, una tienda de verduras o un bar necesitan pagar una cantidad a mayores de la que le cuesta montar su negocio como debería ser, lo terminamos pagando todos en el precio, dado que los que ponen el negocio lo terminan repercutiendo en sus clientes.
Sin mencionar la inmoralidad en sí del hecho, que ya de por sí es gravísima, claro está.
Comentarios
Misma noticia, distinto medio: http://elmundo.es/elmundo/2008/02/04/madrid/1202130300.html
Me quedo con el siguiente comentario de Ceballos: «Es normal que se adelanten expedientes, eso es normal. La cadena de mando funciona así, preguntádselo a los políticos. Ese poder no lo tenemos los funcionarios».
Puede que sea normal (es decir común) pero, ¿es correcto que un funcionario acepte y cumpla una orden aun a sabiendas de la irregularidad de la misma?
En el caso de demostrarse la existencia de dichas irregularidades este señor debería asumir las responsabilidades que le corresponden por cargo, aunque no fuera él quien tomara las decisiones, sino tan solo quien cumplía las órdenes. Y es que si la orden que se recibe está fuera de los procedimientos aprobados, por mucho que se haya recibido dicha orden, la responsabilidad recae sobre quien incumple tales procedimientos.
#1 y #2 La cuestión es saber si los hechos son un delito o no. Las distracciones como las tuyas son las que hacen los fanáticos.
Estas corrupciones nos afectan a todos. Es evidente que si un comercio de ropa, una tienda de verduras o un bar necesitan pagar una cantidad a mayores de la que le cuesta montar su negocio como debería ser, lo terminamos pagando todos en el precio, dado que los que ponen el negocio lo terminan repercutiendo en sus clientes.
Sin mencionar la inmoralidad en sí del hecho, que ya de por sí es gravísima, claro está.
Y los fanboys comienzan a votar negativo. Es todo tan predecible...
El PSOE pone en marcha el ventilador como hicieron en el caso del Severo Ochoa.