El último estudio elaborado por la organización Pew Internet & American Life Project indaga en este tipo de inconvenientes de la vida digital. La conclusión principal es que la mitad de los usuarios de la tecnología ha necesitado ayuda para instalar o aprender todas las posibilidades de un aparato. Más concretamente, el 44% de los consumidores ha tenido dificultades con la conexión doméstica a Internet, con un PC de sobremesa o portátil ... Es decir, no hay gadget de uso diario que no sea susceptible de darnos un quebradero de cabeza.
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Y sin embargo, no hay problema en girar un volante, mientras que con dos pies maniobras tres pedales (dos de los cuales dan ordenes diametralmente opuestas), por el rabillo del ojo izquierdo miras un espejo y por el rabillo del derecho otro. A la vez, con la mano derecha le das a una palanca y alargando un dedo de la izquierda le das a otra chiquitina que hay pegada al volante. Y todo ello, mientras por la ventana todo se acerca a gran velocidad y con la presión de que como te equivoques, te vas por un terraplén.
¿Realmente es tan complicado?
Me parece sorprendente la sustituibilidad con la que hoy en día unos productos dejan atrás a otros. No hace tanto que ibamos con un walkman y ahora tenemos el e-phone... entre ellos hubo muchos aparatos que quedaron en el camino y hay veces la gente anticipa el estar a la última en tecnología a la propia comprensión de esta. Los manuales de instrucciones son cada vez más extensos y la gente ni se los lee, deben de creer que la tecnología es ciencia infusa... Las páginas de ayuda muchas veces dan por supuesto terminología que la gran mayoría de la población no conoce mi padre en el 98 se compró un ordenador y lo tuvo 5 meses en una caja pq no sabía ni conectarlo. Es lógico que para cierto público esto de las nuevas tecnologías sea complicado pero el adentrarte en ello e intertarlo ya merece un enhorabuena... Cuanto más facil de usar sea un producto mayores salidas tendrá. Eso está claro.
A mi lo que me llama la atencion es que cuanto mas avanza la tecnología, más vagos nos volvemos