Ayer la mayoría de los vecinos de Benalí despertaron al unísono al escuchar el fuerte estruendo que originó el intento de atraco que sufrió una entidad bancaria. Mientras algunos vecinos daban parte a la Guardia Civil, los cacos seguían embistiendo el inmueble con su automóvil y la emprendían a mazazos con el cajero y la caja fuerte para cargarlo en su furgoneta. Sin embargo, estos cofres pesaban lo suyo y tras más de 20 minutos de faena decidieron dejarlas en plena calle.
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