El debate de los políticos sobre la gestión del agua ha sido provinciano y centrado en lo inmediato,para ganar votos.La primera legislatura promovió el trasvase del Ebro, la segunda (con cambio de cromos, -desaladoras por trasvase-) lo derogó y, por las tensiones territoriales que ambas generaron se ha aparcado hasta la próxima sequía.Es necesario crear una agencia reguladora que controle su salud, los concursos de privatización y a los operadores privados. La mejora de la eficiencia acabaría con las guerras autonomicas: sobraría agua.
Comentarios
Es muy interesante la reflexión, las he pasado canutas para resumirla porque no tiene desperdicio y está muy condensada.
Criterios racionales y no emocionales, superar el cortoplacismo y el regionalismo, dejar de utilizar la gestión del agua como arma política y ponerla en manos de técnicos. Quién le pone el cascabel al gato?
A estas alturas de la pelicula, yo ya no me creo nada.