Una escena del episodio de CSI. En él, el inestimable Grissom proponía un peculiar método para recuperar una conversación que, en principio, no había sido grabada. Las dos personas involucradas, hablaban mientras una de ellas moldeaba una vasija de barro con un torno, y la adornaba con unos surcos que trazaba con lo que parecían unas cerdas de cepillo (o de brocha gorda). Según Grissom, el sonido de las voces habría hecho vibrar las cerdas mientras trazaban los surcos, registrandose dichas vibraciones.
Comentarios
Lo mejor son las cámaras de seguridad de resolución de 100 billones de píxeles, porque por mucho que amplían la imagen se sigue viendo nítida
Esta técnica la aprendió (Grissom) leyendo un artículo publicado en menéame
No es para extrañarse cuando todos los ordenadores que salen en CSI hacen soniditos tipo videojuego ochentero y para presentarte un simple campo de entrada de un formulario te montan una presentación en Flash con el campo dando vueltas mientras se retuerce por la pantalla (asco de usabilidad, la leche).
Tan solo es una ingeniosa licencia artística, preferible al socorrido método de ir al primer confidente de la esquina, que curiosamente sabe todo lo que se cuece en la ciudad, y sacudirlo un poco.
Son unos peliculeros de cuidao. Eso sí, todo se hace con la cara de estreñimiento máxima que dota a la escena de un realismo increíble.
Hace poco, lo estuvieron desmintiendo en el programa de los cazadores de mitos... a ver si encuentro el video.
muy bueno el articulo si señor
Es que CSI tiene tantas bonitas licencias artísticas que al final he pasado de ver esa serie. (Ea, más tiempo en Menéame)