El ayuntamiento, movilizado desde el día anterior, avisó por correo a las empresas cercanas a la rambla a las tres, y a todos los polígonos a las seis de la tarde. Reclamó, primero, “disminuir la actividad” y “despejar” la zona, y más tarde “retrasar la salida” para evitar el colapso de las carreteras.
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