Hace 12 años | Por neyla a cultura.elpais.com
Publicado hace 12 años por neyla a cultura.elpais.com

Paul Berman denuncia en su último ensayo las trampas del progresismo que celebra en virtud de la equidistancia posturas islamistas. ¿Cómo es posible que periodistas de prestigio y talento puedan alabar a un criptofascista y despreciar a una víctima heroica de la lucha contra los islamistas fanáticos?

Comentarios

tiopio

La tolerancia que muestran muchas personas autodenominadas "conservadoras o de bien" frente a conductas fanáticas del catolicismo en pro de una supuesta equidistancia frente a la religión islámica.

D

Muy buen artículo. Por algún motivo se evita hacer un análisis materialista de las religiones, especialmente si no son las predominantes. Pero cojones, si parecen fascistas, huelen a fascistas, actúan como fascistas... O la izquierda se pone las pilas o nos van a crecer como setas las Le Penes en Europa.

Ripio

¿Los progresistas? En el peor de los casos, de boquilla. Son los gobiernos conservadores y reaccionarios los que mantienen en el poder a los peores islamistas del mundo.
¿Cómo es posible que gobiernos europeos y americanos puedan alabar a unos criptofascistas y despreciar a las víctimas?
Y no contentos con eso, los arman.

neyla

#2 El artículo no se refiere a naciones.

Habla de la tolerancia que muestran muchas personas autodenominadas "progresistas" frente a conductas fanáticas del islam en pro de una supuesta equidistancia frente a la religión cristiana.

Ripio

#3 ¡Vaya, no me habia dado cuenta!
Sin embargo, insisto ¿es mas lesivo lo que opine un "alguien" o lo que hace un pais?
Vamos a suponer que yo soy un periodista de fama y defiendo la lapidacion.
Y por otro lado tenemos a una Clinton, por ejemplo, que condena eso pero arma con tecnologia punta a un ejercito en cuyo pais se lapida.
¿Quien es peor? Pero claro, hay que meter "Intelectual" y luego con calzador, "Progresista", para dejarlo claro.

¡Anda que no se notan las intenciones!

neyla

#6 Hombre, podría pensarse que mientras un periodista no le debe nada a nadie (su opinión sobre el fanatismo en principio sólo le afecta a él); un Estado tiene que jugar con muchos intereses, y claro, aunque no le guste algo en concreto que haga otro Estado, tiene que tragar con algunas cosas para salvaguardar otras.

Dicho otras palabras: al Estado no sólo le importa el tema de la lapidación, sino también la estabilidad política, el control migratorio, las inversiones económicas, el comercio bilateral, etc.

D

Ya que hablamos del mundo anglosajón aquí tenéis la foto de un compatriota de Ben Laden con un peligroso progresista de la mano.

http://www.amazon.com/House-Bush-Saud-Relationship-Dynasties/dp/images/B000CC491W

tiopio

¿Cómo es posible que periodistas de prestigio y talento puedan alabar a un criptofascista y despreciar a una víctima heroica de la lucha contra los catolicistas fanáticos?