Los hallazgos confirmaron que la dislexia no es un fenómeno aislado, sino que comparte bases genéticas con habilidades de lectura. La correlación genética encontrada entre ambas fue de −0.71, lo que indica una relación estrecha y bidireccional. Entre los genes destacados se encuentran PPP2R3A, CSE1L y POU6F2, implicados en funciones neuronales clave. Estas variantes genéticas parecen influir en la forma en que el cerebro procesa y automatiza la decodificación de palabras y sonidos. Además, el estudio mostró que las raíces genéticas de la disl
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