Te voy a contar una leyenda africana. Había dos niños que eran amigos inseparables. Un día uno de ellos se puso muy enfermo. Entonces su amigo le dijo: cambiemos nuestros nombres, así cuando el Destino venga a buscarte, no te encontrará.
Pues sí que casi se me salta alguna lagrimilla, pero más que nada por la historia que le cuenta la mujer al niño.
A parte, que gente aún muera por enfermedades que en los países desarrollados son una mera molestia, y que se curan con una pastilla al alcance de cualquiera, es realmente insultante.
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Pues sí que casi se me salta alguna lagrimilla, pero más que nada por la historia que le cuenta la mujer al niño.
A parte, que gente aún muera por enfermedades que en los países desarrollados son una mera molestia, y que se curan con una pastilla al alcance de cualquiera, es realmente insultante.