Imagínate que migras de tu país de origen con la promesa de un trabajo y un techo que te dé estabilidad económica y solvente algunos de tus problemas. Al llegar, lo primero que te encuentras es que de alternativa habitacional, nada, vas a tener que buscarte las papas y construir con plásticos un lugar sobre la tierra en el que resguardarte. Además, el trabajo es en unas condiciones muchos peores de las que te prometieron. Esta es la realidad de miles de temporeros migrantes que año tras año sostienen las producciones agrícolas en las provincias
|
etiquetas: empresas agrícolas , huelva , almería , impagos , agresiones