Aunque el ladrón iba en serio, no consiguió salirse con la suya. «Yo estaba atando los periódicos. Se me pasó por la cabeza darle con ellos, pero mi jefa estaba al lado de una vara que tenemos para defendernos, así que empecé a decirle: 'Monsa, la barra, la barra'. En lugar de eso, la estanquera agarró lo primero que tenía a mano. «Cogió unos rollos de papel de regalo y comenzó a darle golpes a la pistola mientras gritaba: '¡Esto no es de verdad, esto no es de verdad!'». El asaltante volvió sobre sus pasos, se subió en la moto y se fue.
Comentarios
Mi madre tuvo durante años un pequeño bazar. Cerca había un estanco cuyo dueño, que rondaba los 60 años, salió en una ocasión en persecución, armado con un cuchillo, calle abajo tras un atracador que le había encañonado con una recortada y había huido al ver que este sacaba el cuchillo.
Afortunadamente (para ambos) no le pilló.
¿Lo de vender tabaco tendrá algo que ver?
¿Y qué hace a los 69 años trabajando?
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Menos mal que mucho chorizo en el fondo tiene su corazoncito que si no tendríamos un homicida más y una prejubilada menos.. nno me lo puedo creer
Vaya par de idiotas jugando a ser Chuck Norris.
Como dice #3 si el tío del casco llega a ser un albano-kosovar de esos que no tienen problemas en rajarte el cuello, ahora nos estaríamos indignando por sus cadáveres.
Y mi pregunta es.... WTF??