Para Carlos, el partido acabó en 20 minutos, los que tardó en salir del agujero en que se convirtió el sábado la curva sur de Anoeta, un infierno de humo rojo y golpes. Del campo al hospital con el dedo meñique casi roto y contusiones en la rodilla, el tobillo, el codo...
Es uno de los problemas que conlleva la pérdida de credibilidad como autoridad pública. Deberían quejarse a sus dirigente, los políticos que les han empujado a esta situación al defender los intereses de éstos con violencia. Deben plantarles cara y dejar de defender sus intereses si no quieren acabar siendo los paganos de la ira popular.
Fuera del campo empiezan las preguntas: «¿Por qué la empresa de seguridad encargada no hizo bien el cacheo? ¿Por qué el mando era un cabo cuando en eventos de este tipo se pone a un inspector?». Y Carlos las dirige «al jefe de la comisaría de Donostia». Ayer revivió el episodio por televisión. «Pero somos poco importantes. Que peguen a policías parece que está dentro del sueldo».
Asesinar a inigo cabacas tambien debe estar en el sueldo... pq ese si que es poco importante: ni un detenido, ni un imputado...
Comentarios
Tiene para dos semanas de baja y se hace de cruces por la «suerte» que corrió.
Y tanta suerte, que le pregunte a Íñigo Cabacas que tal le fue.
Que vengan estos seres despreciables con esas, cuando entre ellos hay un asesino al que le han protegido...
Que pena. Anda, llora un poco, Carlitos...
Ya saben, que denuncien a su jefe y a la organización por dejarles indefensos en el operativo.
Esto es de primero de seguridad en el trabajo: "nos metimos en la boca del lobo..." y luego a pedir sopitas
que a ti no te pagan para eso, te pagan para repartir estopa
La gente no olvida que Iñigo está muerto y vosotros le matasteis. Y nadie ha pagado por ello. Zipayos asesinos. Pistoleros a sueldo.
El periodico es del grupo Vocento (ABC)
#2 democratas de toda la vida
Pobre beltza....
Que se joda y se aguante. Es su trabajo.
O no dicen eso cuando dan de ostias a la gente?
Echaba de menos noticias alegres.
Es uno de los problemas que conlleva la pérdida de credibilidad como autoridad pública. Deberían quejarse a sus dirigente, los políticos que les han empujado a esta situación al defender los intereses de éstos con violencia. Deben plantarles cara y dejar de defender sus intereses si no quieren acabar siendo los paganos de la ira popular.
Fuera del campo empiezan las preguntas: «¿Por qué la empresa de seguridad encargada no hizo bien el cacheo? ¿Por qué el mando era un cabo cuando en eventos de este tipo se pone a un inspector?». Y Carlos las dirige «al jefe de la comisaría de Donostia». Ayer revivió el episodio por televisión. «Pero somos poco importantes. Que peguen a policías parece que está dentro del sueldo».
Asesinar a inigo cabacas tambien debe estar en el sueldo... pq ese si que es poco importante: ni un detenido, ni un imputado...