Esta historia comienza en 1941, cuando el soldado australiano Jim Moody, destinado en un pelotón de señales del 2/1º Batallón de Ametralladoras en el Desierto Occidental egipcio, se encontró con un perro abandonado, un cachorro de terrier blanco al que puso el nombre de Horrie. A partir de ese momento, se entabló una relación especial entre el nuevo compañero y los componentes de su Batallón, los cuales lo consideraron uno más de los suyos y lo adoptaron como mascota, acompañándoles en todos los desplazamientos que realizaron.
Comentarios
Esa capitán que se está trajinando al general buscando promocionar, y en pleno polvo le pregunta:
- Bueno, mi general, entonces, ¿a que empleo me va a ascender?
- ¡A cabo primero...!
-¿Cómo que a cabo primero? ¡Si ya soy capitán!
-No, digo que acabo primero y luego hablamos...
Donde hice la mili también tenían puestas bajo arresto a un par de garitas
Qué cosas.
#5 Donde yo la hice,arrestaron la piscina, ese surrealismo fué uno de mis primeros contactos con el ejercito.
#6 ¿CIM San Fernando?
No se dice 'cabo' se dice 'quepo'.
"Todo lo que empiezo, lo a cabo", respondió el chucho.
No pudieron evitarlo, era mas inteligente que muchos de sus compañeros.
Que simpático el perrete. Menos mal que terminó sus días tranquilamente rodeado de sus perros queridos y no asesinado como se creía inicialmente.
Si un perro puede ser cabo un chimpance general de division.