Las discotecas del polígono de Femades, en Cornellà de Llobregat, están instaladas de manera ilegal, ya que el plan general metropolitano solo permite que en los polígonos industriales existan bares, restaurantes y salas de espectáculo que den servicio a los trabajadores de las empresas del polígono. Y una discoteca, según el juzgado contencioso-administrativo nº 13 de Barcelona, no entra en esta categoría. Traducción en el primer comentario.
Las discotecas del polígono de Femades, en Cornellà de Llobregat, están instaladas de manera ilegal, ya que el plan general metropolitano solo permite que en los polígonos industriales existan bares, restaurantes y salas de espectáculo que den servicio a los trabajadores de las empresas del polígono. Y una discoteca, según el juzgado contencioso-administrativo nº 13 de Barcelona, no entra en esta categoría. La sentencia, pero, no es firme y las tres discotecas denunciadas por dos vecinas de L’Hospitalet de Llobregat recurrirán la sentencia. Las vecinas denunciaron al Ayuntamiento de Cornellà, además de los locales, por haber dado permiso para la instalación de las discotecas.
La sentencia da la razón, todo y que de manera parcial, a la demanda judicial que dos vecinas de L’Hospitalet presentaron contra el Ayuntamiento de Cornellà para dar licencias ambientales a tres discotecas: Bora Bora, reconvertida en La Pascana y cerrada cautelarmente hasta septiembre por diversas infracciones; Malalts de Festa y Capitolio; y un bar, La Cantina. Las denunciantes viven en el centro de L’Hospitalet y en 2008 optaron por la vía judicial después de años en reclamar el traslado de las discotecas por las constantes molestias que provocaban los clientes de los locales. Además de haber denunciado al Ayuntamiento de Cornellà, han demandado también a los cuatro locales y a la Federació Catalana d’Associacions d’Activitats Recreativas (Fecasarm), la cual representa a los establecimientos.
Las denuncias reclamaron al Ayuntamiento de Cornellà que abriese expedientes sancionadores a los establecimientos y que los trasladase, porque entendían que se vulneraba el planeamiento urbanístico. El consistorio lo desestimó a través de un decreto y fue esta decisión la que han llevado al juzgado, así como la concesión de las licencias ambientales. Los argumentos son la vulneración de la normativa urbanística, ya que el PGM solo permite al suelo industrial usos recreativos limitados en salas de espectáculo para personal de las empresas del polígono; la falta de acreditación de un convenio entre los consistorio de Cornellà y L’Hospitalet para vigilar y limpiar la zona; la falta de protección contra el exceso de ruido y los defectos en la información pública durante la concesión de las licencias ambientales.
Razón a los vecinos
El juzgado les ha dado la razón y obliga al Ayuntamiento de Cornellà a anular el decreto que desestimaba la petición de traslado de los locales, así como la concesión de licencias ambientales. Esto, por lo que hace a las discotecas, pero no en el caso del bar La Cantina, una actividad permitida en el polígono. El juez argumenta que las discotecas no se pueden considerar salas de espectáculos, ya que entiende que un espectáculo es “una diversión pública celebrada en un teatro, circo o cualquier otro lugar en que se reúna gente para presenciarla”. Y esta es una definición “que una discoteca solo podrá satisfacer circunstancialmente”, según la sentencia. El juez tiene en cuenta, además, la jurisprudencia, ya que existe una sentencia parecida en el caso de un bar musical en Barcelona. Pero la sentencia no es firma, y la entidad que representa las discotecas ha anunciado que recurrirán. Así lo afirmó Joaquim Boadas, secretario de la Fecasarm, que señaló “la sentencia no habla de cerrar discotecas”, todo y que los demandados lo han de analizar a fondo. El Ayuntamiento de Cornellà, por su parte, no ha querido manifestarse mientras no estudia la decisión judicial. Núria Huete, una de las denunciantes y portavoz de la plataforma vecinal de los afectados por los locales, se mostró muy satisfecha por la sentencia. “Se ha hecho justicia”, dijo, contenta que un juez haya dado la razón a los vecinos. Asimismo, no saben que hará el Ayuntamiento de Cornellà al respecto, y advierte que “seguiremos luchando hasta que se trasladen las discotecas, y más cuando un juez nos ha dado la razón”.
Molestias e Incivismo
Hace años que los vecinos del centro de L’Hospitalet se quejan de las peleas, gritos, destrozos y todo tipo de actos incívicos de los clientes que salen de las discotecas, sobretodo en el trayecto a las estaciones de tren y metro, a pesar de encontrarse las discotecas en Cornellà, las paradas de metro más próximas son las de la Avenida Carriles, en L’Hospitalet. En una de las peleas resultó muerto un ciudadano boliviano, y recientemente el Ayuntamiento de L’Hospitalet instaló cámaras de videovigilancia en los puntos mas próximos a las estaciones.
Las diferentes medidas policiales, como las patrullas conjuntas de las dos ciudades, no han servido para poner fin a los actos incívicos ni las quejas de los vecinos, que reclaman que Cornellà traslade las discotecas. El grupo de CiU de L’Hospitalet ha dado siempre apoyo a las demandas vecinales, y la portavoz, Meritxell Borràs, insistió ayer que el gobierno de la ciudad “nunca se ha colocado del lado de los vecinos”. Los convergentes reclamaron un informe jurídico que concluyó que en suelo industrial de Cornellà no se permitía la instalación de discotecas, y a continuación el Síndic de Greuges se manifestó de manera parecida. El equipo de gobierno de L’Hospitalet no ha hecho nunca caso de estos informes, según Borràs, la cual se mostró contenta que al final haya sido un juez quien haya dado la razón a los vecinos y a CiU.
Aunque sale en númerosos medios, he preferido enviar ésta ya que considero que expone mejor los detalles, a pesar que, el último párrafo me ha parecido totalmente un alegato político a favor de CiU.
El Baix Llobregat se merece un buen lugar de ocio, tipo zona hermética de Sabadell, pero ningún municipio está dispuesto a hacer algo que le lleve a la pérdida de votos sólo para que cuatro críos que ni votan se lo pasen bien el fin de semana.
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Traducción:
Las discotecas del polígono de Femades, en Cornellà de Llobregat, están instaladas de manera ilegal, ya que el plan general metropolitano solo permite que en los polígonos industriales existan bares, restaurantes y salas de espectáculo que den servicio a los trabajadores de las empresas del polígono. Y una discoteca, según el juzgado contencioso-administrativo nº 13 de Barcelona, no entra en esta categoría. La sentencia, pero, no es firme y las tres discotecas denunciadas por dos vecinas de L’Hospitalet de Llobregat recurrirán la sentencia. Las vecinas denunciaron al Ayuntamiento de Cornellà, además de los locales, por haber dado permiso para la instalación de las discotecas.
La sentencia da la razón, todo y que de manera parcial, a la demanda judicial que dos vecinas de L’Hospitalet presentaron contra el Ayuntamiento de Cornellà para dar licencias ambientales a tres discotecas: Bora Bora, reconvertida en La Pascana y cerrada cautelarmente hasta septiembre por diversas infracciones; Malalts de Festa y Capitolio; y un bar, La Cantina. Las denunciantes viven en el centro de L’Hospitalet y en 2008 optaron por la vía judicial después de años en reclamar el traslado de las discotecas por las constantes molestias que provocaban los clientes de los locales. Además de haber denunciado al Ayuntamiento de Cornellà, han demandado también a los cuatro locales y a la Federació Catalana d’Associacions d’Activitats Recreativas (Fecasarm), la cual representa a los establecimientos.
Las denuncias reclamaron al Ayuntamiento de Cornellà que abriese expedientes sancionadores a los establecimientos y que los trasladase, porque entendían que se vulneraba el planeamiento urbanístico. El consistorio lo desestimó a través de un decreto y fue esta decisión la que han llevado al juzgado, así como la concesión de las licencias ambientales. Los argumentos son la vulneración de la normativa urbanística, ya que el PGM solo permite al suelo industrial usos recreativos limitados en salas de espectáculo para personal de las empresas del polígono; la falta de acreditación de un convenio entre los consistorio de Cornellà y L’Hospitalet para vigilar y limpiar la zona; la falta de protección contra el exceso de ruido y los defectos en la información pública durante la concesión de las licencias ambientales.
Razón a los vecinos
El juzgado les ha dado la razón y obliga al Ayuntamiento de Cornellà a anular el decreto que desestimaba la petición de traslado de los locales, así como la concesión de licencias ambientales. Esto, por lo que hace a las discotecas, pero no en el caso del bar La Cantina, una actividad permitida en el polígono. El juez argumenta que las discotecas no se pueden considerar salas de espectáculos, ya que entiende que un espectáculo es “una diversión pública celebrada en un teatro, circo o cualquier otro lugar en que se reúna gente para presenciarla”. Y esta es una definición “que una discoteca solo podrá satisfacer circunstancialmente”, según la sentencia. El juez tiene en cuenta, además, la jurisprudencia, ya que existe una sentencia parecida en el caso de un bar musical en Barcelona. Pero la sentencia no es firma, y la entidad que representa las discotecas ha anunciado que recurrirán. Así lo afirmó Joaquim Boadas, secretario de la Fecasarm, que señaló “la sentencia no habla de cerrar discotecas”, todo y que los demandados lo han de analizar a fondo. El Ayuntamiento de Cornellà, por su parte, no ha querido manifestarse mientras no estudia la decisión judicial. Núria Huete, una de las denunciantes y portavoz de la plataforma vecinal de los afectados por los locales, se mostró muy satisfecha por la sentencia. “Se ha hecho justicia”, dijo, contenta que un juez haya dado la razón a los vecinos. Asimismo, no saben que hará el Ayuntamiento de Cornellà al respecto, y advierte que “seguiremos luchando hasta que se trasladen las discotecas, y más cuando un juez nos ha dado la razón”.
Molestias e Incivismo
Hace años que los vecinos del centro de L’Hospitalet se quejan de las peleas, gritos, destrozos y todo tipo de actos incívicos de los clientes que salen de las discotecas, sobretodo en el trayecto a las estaciones de tren y metro, a pesar de encontrarse las discotecas en Cornellà, las paradas de metro más próximas son las de la Avenida Carriles, en L’Hospitalet. En una de las peleas resultó muerto un ciudadano boliviano, y recientemente el Ayuntamiento de L’Hospitalet instaló cámaras de videovigilancia en los puntos mas próximos a las estaciones.
Las diferentes medidas policiales, como las patrullas conjuntas de las dos ciudades, no han servido para poner fin a los actos incívicos ni las quejas de los vecinos, que reclaman que Cornellà traslade las discotecas. El grupo de CiU de L’Hospitalet ha dado siempre apoyo a las demandas vecinales, y la portavoz, Meritxell Borràs, insistió ayer que el gobierno de la ciudad “nunca se ha colocado del lado de los vecinos”. Los convergentes reclamaron un informe jurídico que concluyó que en suelo industrial de Cornellà no se permitía la instalación de discotecas, y a continuación el Síndic de Greuges se manifestó de manera parecida. El equipo de gobierno de L’Hospitalet no ha hecho nunca caso de estos informes, según Borràs, la cual se mostró contenta que al final haya sido un juez quien haya dado la razón a los vecinos y a CiU.
Aunque sale en númerosos medios, he preferido enviar ésta ya que considero que expone mejor los detalles, a pesar que, el último párrafo me ha parecido totalmente un alegato político a favor de CiU.
El Baix Llobregat se merece un buen lugar de ocio, tipo zona hermética de Sabadell, pero ningún municipio está dispuesto a hacer algo que le lleve a la pérdida de votos sólo para que cuatro críos que ni votan se lo pasen bien el fin de semana.