A diferencia de lo que se piensa, la peligrosidad de la Karakorum Highway no la marca ni el terreno ni las dificultades montañosas, tampoco las curvas o la densa circulación. El principal peligro cuando atraviesas esta carretera que los chinos conocen como la “autopista de la amistad” es el copiloto que tengas a tu lado. Así que ¿quién mejor que tu propio padre para guiarte por las arriesgadas curvas del Karakorum?  
      | 
 etiquetas:  humor ,   camiones ,   pakistan ,   conducir ,   motor