Publicado hace 12 años por thingoldedoriath a sociedad.elpais.com

Todo aquel que tenga un implante dental en el mundo se lo debe, directa o indirectamente, a Per-Ingvar Brånemark (Gotemburgo, Suecia, 1929). Él fue quien hace medio siglo descubrió que usando titanio para fijar las piezas a la mandíbula estas se mantenían y que el metal se fusionaba con el hueso (un proceso denominado osteointegración), y desarrolló la técnica quirúrgica para hacerlo de manera que fuera lo más estable posible. Este trabajo le ha valido ser dos veces candidato al Nobel, y recibir este año el premio de investigación...