Cuando Paul despertó, a unos 10.000 metros de altura, notó que en el asiento al otro lado del pasillo se había sentado una señora de unos setenta años. Le llamó la atención el cuerpo muy pálido e inanimado de la nueva vecina. Además, a pesar de tener el cinturón abrochado, “el cuerpo se deslizaba por debajo de el, hacia el suelo”, contó Trinder, que unos minutos más tarde despertó por completo.
Pues yo prefiero viajar con un cadaver que con un niño llorando o gritando, una vieja hablandome de sus enfermedades o un viejo contandome batallitas. Además así puedo tener el reposabrazos todo para mi.
Comentarios
Pues yo prefiero viajar con un cadaver que con un niño llorando o gritando, una vieja hablandome de sus enfermedades o un viejo contandome batallitas. Además así puedo tener el reposabrazos todo para mi.
#2 menos gracia le haría a la muerta
Hay que ser capullo, se le muere una señora al lado, la hija de la fallecida por allí... y el tipo sólo piensa en el dinero gastado
el hombre un poco de razon tiene, no tiene que ser muy alegre viajar con un cadaver al lao.
Mal servicio.