Cuando Sarah Arikan, dueño de un hotel en Bristol (Reino Unido) hablaba por teléfono y se giró al oír los gritos de su hija India de 10 años no dudó en comentar flemáticamente "Debo colgar, un águila acaba de aterrizar en el brazo de mi hija". Y así era, Wotan, una enorme águila americana de 10 años y escapista habitual se había fugado de un centro de cetrería situado a 80 kms. y, cansado de su paseo decidió aterrizar en el brazo de la primera persona que vio y a la que causó heridas leves con las uñas. Wotan esperó pacientemente a su cuidador.
Comentarios
Pera hijo, tienes un bichito... de 30 kilos
Tremendo titular
Al ver el águila posada en el brazo de su hija el padre dijo: ¡quita bisho!
Extraño nombre para un águila. Curiosamente Wotan era tuerto.
Comentario pedante patrocinado por la Cámara de Comercio de Coslada.