El Príncipe Felipe, heredero del trono de Bélgica, ha sido sorprendido en un coche oficial que circulaba a 140 kilómetros por hora, pese a que el límite de velocidad en autopistas es de 90 kilómetros por hora, como medida de urgencia para reducir la contaminación, según han informado hoy varios diarios belgas.
Diversos testigos han asegurado que de regreso a la capital belga procedente de Amberes, el citado vehículo conducido por un chófer y escoltado por dos motoristas alcanzó los 140 kilómetros por hora
Y estos testigos debían llevar casualmente un radar doppler encima, supongo, ¿no?
Comentarios
¡Qué campechano!
Diversos testigos han asegurado que de regreso a la capital belga procedente de Amberes, el citado vehículo conducido por un chófer y escoltado por dos motoristas alcanzó los 140 kilómetros por hora
Y estos testigos debían llevar casualmente un radar doppler encima, supongo, ¿no?
Vaya notición.
¿Sómos todos iguales?