Lejos de esa supuesto papel especial de la religión que se han inventado los creyentes para justificar sus absurdos delirios, el fenómeno religioso no es más que otra faceta humana sujeta a la inexorable selección natural y que puede ser un simple subproducto de una función mucho más relevante para la supervivencia de los niños: el hacer caso (sin cuestionar) de los consejos y de las órdenes de los mayores, que por tener más experiencia pueden informar de los peligros.
|
etiquetas: religion , creencia , cultura , ciencia , opinion