"Yo quería meter a una familia con niños porque tengo que meterlos a todos en la misma habitación, quería que fuesen de una misma familia por eso, pero bueno, todo será cuestión de apretarse", sentencia María José en El Larguero. Su caso no es aislado, son varias las personas que ofrecen alojamiento a los afectados más vulnerables. Otros, lo que no lo tienen, se afanan en repartir sandwich, bebidas o galletas a las personas que esperan en Atocha para regresar a casa.
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