El cerebro funciona de una manera a veces extraña, a veces un tanto caprichosa; pero al final nuca deja de sorprendernos. El más insignificante lugar o el más pequeño olor puede hacer que una avalancha de recuerdos invada nuestro pensamiento y volver a sentir esas memorias tan vivas como en aquel primer momento, concluyendo que aquello de recordar es volver a vivir es casi una ley.
Comentarios
Me encanta el de Intel
Yo añadiría este:
#2 Exacto, ese desde luego es el más importante. Y añado este:
(no tengo sonido, espero que se oiga)Falta el de correo recibido de Eudora:
http://www.freewebs.com/rexall1/newmailwav/newmail.wav
Vaya fricada. Mola