Provoca vergüenza ajena sólo imaginar el momento en el que un alto funcionario de Moncloa se atreve a descolgar el teléfono, y llama a los responsables de Bloomberg para decirles que corten la entrevista. Eso es confundir entrevista con discurso.Cualquiera de las opciones propuestas resulta sonrojante. Igual de sonrojante es que todavía haya quien piense que una actitud de ese tipo se puede mantener en secreto. La presión de responsables de comunicación de Moncloa a un medio extranjero también es Marca España.
Comentarios
Supongo que si eso fue así, los de Bloomberg primero se habrían quedado perplejos, y después se habrían echado unas buenas risas, a la vez que se habrían preguntado: pero ¿cómo es posible?
#1 Eso dicen ellos que ocurrió: http://www.elmundo.es/elmundo/2013/09/26/espana/1380222073.html
Y si, seguro que se echaron unas buenas risas con ello. Alguno aún debe carcajearse si se lo mencionas.
El sonrojo lo produce pensar que la prensa de aqui no necesita recibir la llamadita, se censuran ello solos cuando ven a su lider cagarla. Sonrojo produce que acudan a comparecencias sin preguntas o a una rueda de prensa de una tele de plasma. Eso si que es sonrojante.
Yo creo que los de Bloomberg sólo cortan las entrevistas que les diga sus dueños.
Y me ha recordado al chiste del concejal de Cuenca:
Llega uno con su coche a Madrid, a la mismísima Puerta del Sol y aparca allí en todo el medio. Se le acerca un municipal y le dice:
*Perdone, no puede aparcar ahí su coche.
+Es que usted no sabe quien soy yo.
*¿Y quien es usted?
+Yo soy concejal de Cuenca.
*Es que en Madrid un concejal de Cuenca no es nadie.
+¡¡Ni en Cuenca tampoco!!