En el juicio también declaró su hija que contó que abandonó su casa cuando cumplió los 18 años después de presenciar innumerables palizas a su madre. En su testimonio apuntó que desde que tuvo cuatro o cinco años tenía recuerdos de palizas de su padre a su madre "por cualquier cosa", de verla con "hematomas por todo el cuerpo" y de ver cómo tras los golpes "la arrastraba" a la habitación "cerraba la puerta y escuchar cómo la obligaba a mantener relaciones mientras ella lloraba".
Terrible vida la suya teniendo que convivir con un mostruo.
Pero no es un monstruo. Es un hombre. No es un animal mitológico, ni un malvado de opereta.
Era un hombre "normal" con una vida "normal".
E insisto en lo de la normalidad porque ahí tienes a los más de cincuenta hombres condenados por violación a la señora Pelicot, de los cuales ninguno denunció y todos fueron cómplices de la tortura. Violaron a una mujer inconsciente y siguieron con sus vidas de fotógrafos, carniceros, padres de familia, etc.
Igual que los clientes de los burdeles que no denuncian las condiciones de pesadilla en las que las mujeres son drogadas y obligadas a prostituirte. Y después cuando las liberan, ay, cómo ha podido pasar.
Otro hombre condenado por violar y maltratar.
Nada más y nada menos que durante cincuenta y cuatro años.
Y seguro que tenía su trabajo, a sus amigos, sus aficiones y su vida completamente normal a los ojos del mundo.
No es ningún monstruo. Ningún ogro. Ninguna sombra en un callejón oscuro.
Lástima y dolor por su víctima, probablemente irrecuperable después de más de cincuenta años de tortura.
#10 cuando no te gusta lo que lees, dejas de creer, y encima tienes el valor de juzgar a una persona de forma equivocada porque dice cosas que no tegustan. Se te ve el tipo de persona que todo el mundo quiere tener a su lado porque razona, dialoga y debate. Felicidades
#9Pero claro, es que a algunes les interesa que siga habiendo victimas siempre, porque si no se les acaba el chollo
Y aquí he dejado de leer.
Se te ve la patita. Por partida doble ya.
Adiós.
Espero que mueras rodeado de la misma empatía que tú mismo tienes.
Edit: era para #_24. Si me ha bloqueado ya me imagino por donde iba.
Me cuelgo de #29, que también le has replicado. Seguro que acertadamente.
Lo que en absoluto garantiza que la acusación sea cierta.
Terrible vida la suya teniendo que convivir con un mostruo.
Pero no es un monstruo. Es un hombre. No es un animal mitológico, ni un malvado de opereta.
Era un hombre "normal" con una vida "normal".
E insisto en lo de la normalidad porque ahí tienes a los más de cincuenta hombres condenados por violación a la señora Pelicot, de los cuales ninguno denunció y todos fueron cómplices de la tortura. Violaron a una mujer inconsciente y siguieron con sus vidas de fotógrafos, carniceros, padres de familia, etc.
Igual que los clientes de los burdeles que no denuncian las condiciones de pesadilla en las que las mujeres son drogadas y obligadas a prostituirte. Y después cuando las liberan, ay, cómo ha podido pasar.
No son monstruo. Son hombres.
Nada más y nada menos que durante cincuenta y cuatro años.
Y seguro que tenía su trabajo, a sus amigos, sus aficiones y su vida completamente normal a los ojos del mundo.
No es ningún monstruo. Ningún ogro. Ninguna sombra en un callejón oscuro.
Lástima y dolor por su víctima, probablemente irrecuperable después de más de cincuenta años de tortura.
Y aquí he dejado de leer.
Se te ve la patita. Por partida doble ya.
Adiós.