#11 Si, cierto. No había pensado en eso, En las otras crisis no había ningun país que le hiciera sombra. En la del '29 Europa estaba recuperándose de la primera guerra mundial, Alemania no era locomotora y la potencia era Reino Unido que cayó en cuanto llegó la Segunda Guerra Mundial. Para la Gran Recesion de 2008, China comenzaba a despuntar pero seguía siendo solo una fábrica del mundo.
Una recesión ahora podría ser muy distinto, efectivamente
#15 Opinión política tiene todo el mundo, hasta la propia Begoña, pero no tiene por qué afectar a su ejercicio como jurado aunque tengo la impresión de que no protestarías si en el jurado todo fuesen afiliados de PSOE.
#7 la inflación es responsabilidad del gobierno porque es el que tiene que controlarla y tiene que hacer políticas para anularla promoviendo la productividad y una oferta de productos adecuada.
Pero para el gobierno es más sencillo que haya inflación porque así recauda más y las deudas son más fáciles de pagar a pesar de hacer más pobres a la población
Lo qué está ocurriendo con la vivienda ya es el estoque final a la población, unos alquileres in asumibles para la mayoría.
#5 Supongo que te refieres al de la CEOE, ese poco pinta, más bien es el gobierno el qué lo tiene que hacer qué es el responsable de la inflación y lo que afecta al poder adquisitivo.
Las mejores salariales y laborales se consiguen con huelgas, pero huelgas generales de las de verdad, las de parar 15 días el país. Al estilo de las huelgas que se hacían en Bilbao en los años 20 del siglo pasado que paraba toda la industria y cuando digo toda es toda. Empezaban los talleres pequeños por mejores condiciones, les apoyaban los más grandes y acababan parando los altos hornos de vizcaya y empresas similares para apoyar a todos los trabajadores, en 1 semana se mejoraban los derechos laborales.
Prefiero que no me suban el sueldo y la inflación sea nula a lo qué ocurre en España qué te suben el sueldo el 2% y la inflación es del 3% mínimo y con trampas contables siendo la real sobre el 6%.
#65 El ejemplo del coche y el grano te lo compro, pero lo aplicas justo al revés, crack. Porque si precisamente quien va conduciendo ese coche es el presidente del Gobierno o su entorno, lo lógico sería exigir que no se suba al volante alguien que convierte lo público en su cortijo. Lo de Peinado es cierto: hace política y con sus formas destroza la credibilidad de la justicia. Pero eso no borra el fondo del caso, solo lo emborrona. Que la investigación esté mal llevada no significa que los hechos sean irrelevantes, significa que tendremos dos problemas en vez de uno: una justicia desprestigiada y una presidencia comprometida.
Tu planteamiento de “no me parece importante” es la resignación más peligrosa: la que normaliza que quienes deberían dar ejemplo sean los primeros en aprovecharse. Lo ético y lo institucional exigen justo lo contrario: que se pida más a los de arriba, no menos. Tú lo quieres reducir a un grano, pero ese “grano” corroe la confianza democrática entera.
#63 Que no te enteras, campeón. Que algo sea “común” no lo hace aceptable, lo convierte en un cáncer institucional. Precisamente por ser prácticas extendidas es cuando más obligación tienen los máximos poderes públicos de erradicarlas (ejemplaridad, prevención y sanción, no mirar a otro lado). Si normalizas que desde la presidencia se use personal, correos y contactos para negocios privados, legitimas que cada eslabón de la cadena haga lo mismo: el director que coloca a su pareja, el rector que tuerce un informe, la empresa que paga favores esperando adjudicaciones. El daño no es solo el correo o el minuto empleado, es el efecto corrosivo sobre la confianza, la competencia justa y la percepción de que las reglas solo rigen para los pringados.
Tus whatabouts de Rajoy y compañía te explotan en la cara: si aquello fue así, también estaba mal (y debía haberse denunciado más y mejor). La conclusión no es “como pasa en todas partes, nos relajamos”, sino “como pasa demasiado, subimos el listón y cortamos por lo sano”. Éticamente es básico: la autoridad tiene un deber de evitar incluso la apariencia de uso privado de lo público (porque la apariencia ya contamina decisiones y prioriza a los cercanos). En la práctica trae sesgos en financiación, proyectos mediocres que desplazan a los mejores, desmoviliza a quien compite limpio y encarece todo porque hay que “engrasar” puertas. Así que sí, el juez es un esperpento orientado, pero lo grave es lo otro. Y mientras sigas justificándolo con que “es común”, lo único que haces es ponerle alfombra roja a los corruptos y palos en las ruedas a la gente honesta.
#60 Mira, artista, aquí mezclas churras con merinas para intentar tapar lo evidente. Nadie está negando que la instrucción de Peinado huela a vendetta personal, que sus prisas sean ridículas y que el auto sea un corta-pega de vergüenza ajena. Eso lo ve cualquiera. Pero lo que tú intentas colar como “nada” sí tiene un trasfondo muy serio: el uso de personal y recursos públicos de la Moncloa para los negocios privados de la mujer del presidente, con la Complutense y empresas implicadas. En cualquier democracia que se tome en serio a sí misma, eso bastaría para que el presidente pusiera la dimisión encima de la mesa.
Tu primera trampa es la comparación barata con Montoro, la policía patriótica o cualquier otro escándalo. Que existan otros casos no hace menos grave este, crack. Es como decir que si alguien roba un coche, pero otro se llevó un banco entero, entonces el primero no importa. Eso es una falacia de manual (whataboutism) y no resuelve nada. Aquí lo relevante es que se está normalizando que la presidencia del Gobierno sea usada como plataforma de negocios privados.
La segunda es tu manía de reducirlo todo a lo “estrambótico” del juez. Es cierto, su instrucción es un disparate y ha cambiado de criterio varias veces, pero eso no borra los correos, los testimonios y las pruebas que apuntan a que se usó una asesora de Moncloa como secretaria particular de la señora Gómez y que se movió a la UCM para conseguir fondos. Que el juez meta la pata no convierte los hechos en irrelevantes.
Y la tercera es tu apuesta de que “todo acabará en nada”. Esa es tu fe, no un argumento. Porque incluso si judicialmente se archiva por los desmanes de Peinado, el problema político y ético sigue intacto: la mujer del presidente utilizando la influencia de su cargo y la estructura pública para beneficio propio. Ese daño reputacional y esa cultura de “todo vale” son innegables, y el “ya veremos” no los borra.
Así que menos cuento con la telenovela. El espectáculo efectivamente lo da Peinado, pero el escándalo lo marca la Moncloa al permitir este tipo de prácticas. Y si a ti no te parece un problema, entonces el que debería espabilar eres tú, que no te enteras.
#58 Que vas de listo y no te enteras, crack. Te montas la película de que aquí alguien está llorando por 2 correos como si eso fuese el único material de la causa, cuando desde el minuto uno te dije que el problema es el trasfondo: se usan recursos públicos y posiciones institucionales para fines privados. Eso no lo digo yo, lo ha señalado hasta la propia Audiencia Provincial hablando de “clara desviación de funciones” y de un “áurea de influencia indudable” por ser la mujer del presidente. Eso, campeón, sí son hechos y están en autos judiciales, no en mi “cueva”.
Lo que pasa es que tú te agarras a la cuantía porque es lo único que entiendes (o quieres entender). Pero ya te lo expliqué con lo de Cifuentes y las cremas: no es el valor económico, es lo que significa. Si para ti que una asesora de Moncloa actúe de secretaria privada y que se use la posición institucional para chanchullos particulares es “nada”, pues vale, sigue en tu burbuja. Pero no vengas diciendo que me invento cosas cuando ni siquiera has leído lo que aportan los jueces en el sumario. A ver si espabilas y comprendes de una vez que el escándalo no es el importe en euros, sino el desvío del Estado al servicio de un interés particular.
#56 Que no te enteras, figura. Vuelve a leer el comentario inicial del hilo antes de soltar la lección de barra de bar. Ahí ya dejo claro que el circo de Peinado con sus chapuzas es una cosa, pero que lo importante no es la telenovela judicial, sino el trasfondo: usar recursos públicos y el aparato de Moncloa para negocios privados de la mujer del presidente, con la Complutense y empresas de por medio.
Vamos, que ni leer sabes, y encima inventas, que aquí nadie está discutiendo el tipo penal en como si fuésemos todos abogados. Lo que he hecho es señalar el escándalo político e institucional (más allá del recorrido penal que pueda tener), que es bastante más serio que tu reduccionismo de calculadora Casio. Aprende a leer y luego si eso, replica.
#42 Claro, campeón, lo de medirlo en euros como si fuese la pescadería de la corrupción es de traca. No se trata de si fueron 10 euros o 10 millones, se trata de que se usó personal y recursos públicos (la Moncloa, nada menos) para negocios particulares. El daño no es el billete que se pueda contabilizar, sino el mensaje que se manda: que desde la presidencia del Gobierno se puede enchufar, mover hilos en la Complutense, presionar a empresas y convertir lo institucional en un chiringuito privado. Eso sí que es malversar la confianza pública.
Mira lo de Cifuentes con las cremas: dos botes cutres de cosméticos que valían cuatro duros, pero lo relevante era lo que implicaba, la falta de ética personal y el desprestigio de una institución. Pues aquí estamos en algo mucho más gordo, que es aprovechar la estructura del Estado y la posición de tu marido como presidente para intereses propios. Pero nada, tú sigue minimizando y justificando, que igual algún día entiendes que hay daños que no se cuentan en monedas de cobre.
#13 hay formas de hacer algo que no quiere hacer nadie más atractivo. En el norte de europs juegan mucho con los pluses para hacer más atractivo un trabajo de mierda. Podrían mirarlo.
#2 Y de este caso nos enteramos porque es va contra el presidente del gobierno, pero la de miles y miles de cacicadas que se haran cada dia afectando a gente humilde
#8 Que dos personas piensen igual en un aspecto no significa que piensen igual en otro aspecto. Por ejemplo Hitler puede decir que el cielo es azul y tú puedes decir lo mismo y eso no te hace nazi.
Una recesión ahora podría ser muy distinto, efectivamente