Hay historias que no entran en ninguna sentencia de divorcio. Porque la justicia no tiene aún espacio para la dignidad. Así ocurre con muchos padres que no sólo pierden el acceso a sus hijos, sino también el techo. He sido ese padre. He vivido qué es ver a tus hijos cada 15 días, sabiendo que no tienes un espacio. Hasta que un día tu hijo de 5 años encuentra de 10 céntimos y dice: papá, para que compres una casa. Y sabes que has tocado fondo.Es conocida la posición de profunda desventaja en la que se están tantos hombres en procesos de divorcio
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Cuando se empuja a un infeliz a la desesperación más absoluta, hasta el punto de no escuchar sus peticiones de auxilio, e incluso hasta humillarlo por haberse atrevido a pedir ayuda, las posibilidades de que coja la escopeta aumentan exponencialmente.
Quizá es lo que muchos quieren, para poder seguir llenándose los bolsillos con la gran estafa de la violencia machista.
Normal que no le den la custodia ni le dejen a los chiquillos, no parece una persona confiable amen de ser un misógino de cuidao.
Alguien que no es responsable de si mismo, no parece un candidato a cuidar a los demás.
El padre como proveedor y nada más.