Creado por el diseñador francés Paul Arzens, este elegante prototipo con forma de huevo no solo se centraba en la estética, sino que era una visión futurista de cómo podría ser el transporte personal en un futuro más eficiente y elegante. Arzens, nacido en 1903, fue un artista y diseñador industrial parisino que estudió en la prestigiosa École nationale supérieure des Beaux-Arts. Con formación tanto en bellas artes como en ingeniería, aportó un toque creativo a su trabajo de diseño que lo distinguió de sus contemporáneos.