En 2004, la industria respondió a las críticas internacionales lanzando la Mesa Redonda para el Aceite de Palma Sostenible (RSPO en sus siglas en inglés), que debía poner las bases de una cadena de producción ética y sostenible. Sin embargo, la iniciativa, que está liderada por la propia industria, se ha centrado en el lado más visible de las críticas y ha dejado de lado los impactos sociales del sector. “Los problemas ambientales y de disputa de tierras han tenido prevalencia y las condiciones laborales no han sido analizadas en profundidad”
Comentarios
Si es sostenible lo tiene que ser a todos los niveles...
El caso es quejarse
Será en todo caso el dueño de la plantación
La etiqueta perroflautismo convierte la noticia en microbloggin.
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