Hace 1 año | Por topro34 a elconfidencial.com
Publicado hace 1 año por topro34 a elconfidencial.com

Reflexionan con Jeffrey Garten, antiguo subsecretario de Comercio de EEUU, sobre las lecciones que nos enseñan las decisiones económicas tomadas por la Administración Nixon en Camp David en 1971

Comentarios

Ainhoa_96

Me pone que es contenido de pago para suscriptores, incluso en modo de incógnito

JungSpinoza

#4 A mi tambien

shinjikari

#4 Puedes usar 12ft. io (sin espacio) cada vez que te encuentres con un muro de pago

O mejor: usa Firefox como navegador, que con el modo lectura tienes lo mismo.

tiopio

No hace años de eso…

urannio

#1 como tantos años hace como lleva EEUU aprovechando ese punto de inflexión para costear todo su poder militar, tecnológico y científico que mantiene con puño de hierro su dominio mundial.

D

#2 EEUU está a día de hoy en la parte más alta de una montaña rusa.

El problema es que medio mundo está atado a la vía.

JungSpinoza

#1 Ahora estamos con el patron BTC

D

En aquellos momentos la economía sovietica, teniendo como referencia el patrón oro, estaba superando a la de eeuu.
El resto es historia.

jepetux

En un sentido estricto el "patrón oro" desapareció en 1914, con el estallido de la I Guerra Mundial y ya nunca volvió. Tras la finalización de la II Guerra Mundial (acuerdos de Bretton Woods) lo que se implantó en la órbita occidental, bajo el paraguas del FMI, fue el patrón dólar-oro: el dólar era la única moneda convertible directamente en una cantidad fija de oro, mientras que el resto de las monedas de los países miembros del FMI eran convertibles directamente en una cantidad fija de dólares y, como tales, podían canjearse por una cantidad fija de oro en la Reserva Federal de los EE.UU. (el "Fed" o Banco Central estadounidense). Para mantener la estabilidad del sistema el "Fed" estaba obligado a cambiar dólares por oro y oro por dólares en la paridad inicial establecida (1 onza de oro = 28,35 g. = 35 US$), independientemente del precio de mercado del oro (podía estar por encima o por debajo de esa paridad). Esto permitía dos cosas: que los EE.UU. pudieran financiar sus déficits simplemente poniendo más dólares en circulación, imprimiéndolos, y que se realizarán operaciones especulativas de gran calado jugando con el diferencial del precio de mercado del oro y el precio fijo a que estaba obligado el "Fed" a cambiar dólares por oro y viceversa. Estas maniobras especulativas, junto con la pérdida de competitividad de las exportaciones americanas frente a sus principales competidores (en aquel momento la RFA y Japón sobre todo) y sin apenas reajustes de paridades entre sus respectivas monedas, hizo que la administración del Presidente de los EE.UU., Richard Nixon, suspendiese la convertibilidad dólar-oro en 1971 y el sistema monetario internacional se convirtiera en una montaña rusa a partir de entonces.