El BBVA de Francisco González no solo contrató a Villarejo. La entidad llegó a tener a sueldo a varios detectives privados de forma simultánea con los que formó una célula de espionaje clandestina que se encargó durante años de obtener información sobre competidores y contrarrestar otras supuestas amenazas. Aunque el trabajo de este grupo era invisible, se reunía con una periodicidad semanal en las propias instalaciones del banco y su labor estaba directamente supervisada por el que fue su máximo responsable de Seguridad Corporativa
Comentarios
Organización criminal en forma de banco... pero aquí no pasa nada, circulen!!!!
Me apuesto algo a que los demás bancos, y otras empresas grandes, también tienen una célula de estas.
#1 El Villarejo, solo, no podía inventar tanto.
Sí, sí pero no somos Venezuela, chupate esa!