Hace 3 años | Por calaña a diariodesevilla.es
Publicado hace 3 años por calaña a diariodesevilla.es

Vecinos del entorno de la Alfalfa de Sevilla capital se han organizado para realizar caceroladas para reivindicar su derecho al descanso y protestar por el ruido que provocan los clientes de los bares de copas por la noche, un problema del que se quejan desde hace años, pero que ha empeorado con el fin del estado de alarma y la vuelta de la apertura de estos locales hasta las 2,00 horas.

Comentarios

m

#1 clap clap clap
Un puto crack.

D

#1 Sevilla no es Madrid.

Los vecinos de Madrid duermen fenomenal y no les afecta el ruido de los bares porque saben que están colaborando con España y la Libertad del pueblo madrileño.

Verdaderofalso

#5 yo pensaba que era la Libertad del mundo occidental lol

j

Que persistan y mejor si le unen baldes de agua porque me temo que vivimos en baretolandia y no tiene pinta de que vaya a cambiar la cosa.Tengo la desgracia de vivir en una plaza tomada por decenas de mesas y no hay día que no me acuerde de sus muertos.

Sofa_Knight

Siempre me he preguntado qué necesidad hay de hacer todo eso de noche, como si no se pudiera hacer igual de día. Y así no molestaría el descanso de nadie y tendrías a más gente sin tener que trabajar de noche, con lo que conlleva.

El_Cucaracho

#7 Porque el que anda dando tumbos y meando en la calle por el día es un borracho y por la noche es un bebedor social.

sleep_timer

Que antipatriotas, protestando contra la industria española.

Que grafeno ni grafeno. ¡¡¡Raciones de croquetas power!!!

NPC1

La libertad de no dejar dormir vs la libertad de descansar.

calaña

lol lol

calaña

Creo que la pandemia ha supuesto un oasis de descanso para los vecinos que viven en zonas saturadas de bares de copas. Yo curro en una brasería, en una calle de no más de 50 metros de largo y menos de 5 de ancho. El Ayto. ha permitido que allí convivan 9 bares de copas y la brasería dónde trabajo (tengo que decir que el primer garito de esa calle fue el lugar curro). Es un espacio céntrico y y pequeño, y en un verano prepandemia se podían juntar hasta 300 personas si no más. En esa calle no puede vivir nadie que no trabaje de noche. Este sábado, hubo una despedida de soltera, una puta hora cantando flamenquito y eso de "¡Camarero!" "¡Una de...!" Tu puta madre a toda voz. Una vergüenza, tete.

danihr

Hablado con bastantes conocidos: Echamos de menos y miramos con cierto cariño los meses de confinamiento estricto. Evidentemente no se puede alargar en el tiempo por las secuelas económicas y psicológicas, pero que Madrid volviese a oler a "Pueblo" en vez de a humo, silencio, paz... Toda una experiencia