Hace 2 años | Por MiguelDeUnamano a elpais.com
Publicado hace 2 años por MiguelDeUnamano a elpais.com

El teléfono móvil de Francisco S., el ultraderechista arrestado como supuesto autor de varios ataques a sedes de partidos de izquierdas, se ha convertido en su peor enemigo. Los investigadores han analizado a fondo el contenido del Samsung Galaxy J7 que usaba en el momento de su detención y han logrado recabar numerosos indicios que, en opinión de la Policía, lo identifican como el individuo que incendió y lanzó un cóctel molotov contra el local de Podemos en Cartagena en abril de 2020; y como la persona que destrozó el establecimiento de IU.

Comentarios

MiguelDeUnamano

Según destacan los investigadores, los miembros de estos grupos radicales acostumbran a grabar con sus móviles “este tipo de logros”, con el objetivo de “conservarlos a modo de trofeo y para posteriormente jactarse con otros simpatizantes de la misma ideología”. De esta forma, las imágenes y vídeos extraídos del teléfono de Francisco S. y que guardaba con orgullo, según los agentes, constituyen ahora una de las grandes pruebas contra él.

El_Cucaracho

el ultraderechista

Pero no era un ataque de falsa bandera podemita roll

Imag0

A mi lo que me preocupa es que a poco que sólo sean medio tontos ya no les pillan...

ikatza

En el episodio de hoy de En los límites de la realidad, el neonazi con más de dos neuronas.

D

¿Y que pasó con las balas de Pablemos?

tul

#7 chiquilladas

Firmo como M. Rajoy. Y ese nombre nadie puede saber quien es

ingenierodepalillos

¿Y lo de M. Rajoy cómo lo llevan?

ingenierodepalillos

#5 Eso pasa por abusar del autotune.

tusitala

#5 Yo conozco a un Mariano Rajoy que no entendía su propia letra, pero no creo que sea ese.

Trolencio

Ya está bien de criminalizar a un pobre y sano joven español cuyo único pecado ha sido amar y querer lo mejor para los españoles de bien. Cuando las pintadas las hacen los guarros de siempre no hay problema, si es un español preocupado por la deriva rojocomunista del país, a la cárcel, no. Basta ya de oprimir al pueblo.