Shinji Mikamo lo perdió todo cuando el 6 de agosto de 1945 la bomba atómica cayó sobre Hiroshima, excepto el reloj de su padre. Sin embargo, él no culpó a los estadounidenses por el cataclismo. Cuando la familia se bañaba junta, a la manera japonesa, a Akiko Mikamo, la hija de Shinji, nunca se le ocurrió preguntar por la oreja que le faltaba a su padre o por las cicatrices en los cuerpos de sus padres. "No pensaba en eso", dice. "Era algo muy natural". Su madre nunca habló acerca de la bomba...
Comentarios
¿No supo que fueron los americanos?
¿Les pasará a los de Gaza dentro de 70 años algo parecido con los israelitas?
Demostrado: esas canalladas afectan tambien al cerebro.
#2 lee el articulo joder.
El texto de la página es largo, lo guardo y lo leo más tarde.
Hay gente que le sienta bien la radiación, como por ejemplo a Fraga, que después de bañarse en Palomares casi se convierte en inmortal, pero hasta los inmortales se mueren en este mundo.
Dónde habrá acabado el reloj?