Hace 5 años | Por MKitus a huffingtonpost.es
Publicado hace 5 años por MKitus a huffingtonpost.es

La historia se repite cada vez que La Moncloa cambia de inquilino. Cualquier intento o compromiso de poner fin al "enchufismo", o lo que en la Función Pública se conoce como la "cultura del botijo", para purgar la actual politización de lo público termina en el cajón del olvido como ocurrió en 1996, cuando José María Aznar ganó las elecciones generales a lomos de una campaña contra la corrupción y el despilfarro socialista y adquirió el solemne compromiso de suprimir 5.000 altos cargos en la Administración Pública.

Comentarios

MKitus

"Ya van casi 300 Reales Decretos con nombramientos, pero hay más de otro centenar que no han pasado por el BOE, y han sido aprobados por los Consejos de Administración de las propias empresas del sector público. Y eso que la fecha de caducidad máxima de este Gobierno es de dos y no de cuatro años".

D

#1 Esto sí lo reconozco a primera vista como #MarcaEspaña (y no lo del ajedrez de ayer )

t

En otros países se le llama "networking" que queda mejor

u

hay muchos favores que pagar y muchas bocas que callar.

s

Voy a dormir. Hasta mañana

D

Españistan en estado puro, otro día en la oficina

b

#3 En tu idealizada república catalana no se producirán esos enchufes, ¿verdad?

sangonereta

#3 Solo que Torra a metido a más de 10 cargos a los que debía favores con sueldos superiores a los del Presidente de España (+ de 100000 euros anulaes) pero eso...eso da igual. Lo imporante son los lazos y llamar facha a todo cristo.

D

#6 Aunque ese "a" me ha dolido, tienes razón.

sangonereta

#9 JAJAJAJAJ tienes toda la razón.