“Estimada Ana Patricia. No sé cómo enfocar esta carta y no creo que jamás caiga en tus manos (bueno, en realidad no confío ni en que llegue a leerla la secretaria de tu secretaria), pero yo tengo la necesidad de escribirla. Y como de la necesidad nace el atrevimiento, de ahí que hoy yo me atreva a escribirte estas palabras [...] Debido a mis problemas con las drogas acabé atracando sucursales bancarias a mano armada, y algunas de esas sucursales eran precisamente del Banco Santander”.
Comentarios
Que no se preocupe el señor, seguramente ella en algún momento lo atracó a el, a sus familiares o a sus amigos.
Queda en tablas.
El banco si puede atracar
Quien roba a un ladrón...
Cuando vayas al cajero, es más probable que te atraquen por delante que por detrás
Desde que está ella las acciones del Santander han bajado un 80%, no sé si se puede considerar también un atraco.
El titular no hace justicia a la emotividad y profundidad del texto. En realidad trata de en recluso que intenta rehabilitarse, y uno de los pasos es pedir perdón a sus víctimas de sus atracos.
El titular no hace justicia a la emotividad y profundidad del texto. Podría dar a entender una motivación política. En realidad trata de en recluso que intenta rehabilitarse, y uno de los pasos es pedir perdón a sus víctimas de sus atracos.