El furor viajero que protagonizó el rey Juan Carlos entre 2008 y 2018 ha supuesto un abultado incremento de su huella ambiental en forma de emisiones de gases de efecto invernadero: los vuelos privados utilizados por el emérito le han añadido, al menos, 3.400 toneladas de CO2 a su factura climática personal. Le sale una media de 340 toneladas al año. Multiplica por 68 las emisiones anuales per cápita en España que son, aproximadamente, cinco toneladas por ciudadano.
Comentarios
Son dañinos hasta para la naturaleza 🍃
Esta noticia debería de figurar en el manual del sensacionalismo periodístico. Como si no hubiera millones de personas que han viajado igual por viajes de negocios, placer, etc. A qué extremos estamos llegando.
#1 Que esperas de él diario...
Rey Furor.
Cómo se ha reído este señor de los españoles, recordando los discursos de navidad...y lo estar grabados era por las risas que se le escapaban.