"Un fracaso". Así definen fuentes del Gobierno el balance de la reforma legal que introdujo el Gobierno del PP en los Presupuestos de 2018 para convertir a Ceuta y Melilla en sendos semiparaísos fiscales para las empresas del juego. Ha pasado año y medio desde la entrada en vigor de esa medida y, consumado el Brexit, el caramelo fiscal que impulsó el ex-ministro Cristóbal Montoro para atraer a esas dos ciudades autónomas a operadores extranjeros que estaban radicados en Gibraltar solo ha convencido en su inmensa mayoría a compañías españolas.
Comentarios
Genial: las casas de apuestas pasan y al final la medida solo sirve para que las empresas nacionales se aprovechen de la vaina.
Y sobre la práctica de legislar para atraer a empresas privadas: un sistema económico en que los Estados deben de poner el culo en pompa para que las empresas los quieran puede tener muchos nombres, pero ninguno de los que se me ocurren es bonito.
el diario del "Periodismo a pesar de todo" ya se corta poco con los titulares...
¿No dicen los de derechas que si ponemos los impuestos muy bajos el capital no se va?
Supongo que al PP se la suda porque ya habrán cobrado las comisiones. Pasó con el tren a Navalcarnero, primero cobraron las comisiones y después no importa una mierda si se lleva a cabo.
Normal. Si con la inseguridad jurídica que hay en España en materia de juego como para hacer algo