El fútbol domina nuestros sentimientos, llena nuestras plazas y nos hace sentir de una determinada manera; mientras otros, los que viven más cerca de la fiesta del fútbol internacional lo pasan realmente mal. El país del fútbol sufre, no quiere deporte, quiere vida. Y nosotros nos quejamos por algo que carece de importancia. Vayamos al principio para entender todo esto, que no pertenece a nuestra selección, sino Brasil: la gran afectada.
Comentarios
Aquí en España eso no pasa ...
Ya lo dijo Borges: ”Un invento post-colonial que sustituye a las peleas de cuchillo”
Por lo menos el balón de fútbol existe, no como ese jesús en los cielos o esa pare dioses virgen.
Aunque no siempre...