Hace 8 años | Por Caramierder a economist.com
Publicado hace 8 años por Caramierder a economist.com

Londres, Sochi o Brasil 2014 lo dejan claro: albergar un macro acontecimiento deportivo suele llevar a la ruina.

Comentarios

cromax

Pues porque son más espabilados que nosotros. Aquí nos montan cualquier Expo, Olimpiada o macroevento de campanillas y estamos todos babeando desde el primer minuto, aunque luego sea la ruina caracolera.

Aergon

#2 sobretodo si solo ves lo que dan por la tele. Por suerte hay cada vez menos lacayos que se creen los panfletos del reino

ﻞαʋιҽɾαẞ

Si siguiera Botella de alcaldesa se ofrecería a organizarlos ella.

ﻞαʋιҽɾαẞ

#3 Lo malo es todo el dinero que se gastaron por el camino, que nos lo podríamos haber ahorrado.

Aergon

#4 o por lo menos debería servir para ponerles donde deberían estar, que es en la cárcel donde están los suyos, ladrones, timadores, chantajistas y asesinos

Brill

#3 Todavía recuerdo a la gente agolpada en la plaza del sol coreando "tongo" e "hijos de puta" al saber el resultado.

k

#9 El caso de Sevilla fue muy parecido al de Barcelona. La ciudad necesitaba de nuevas infraestructuras que si el empuje de la Expo ninca se hubieran hecho.

Y personalmente pude ver a los Scopions en directo. Una se conforma con poco.

D

Oye por curiosidad, que yo estoy en la otra punta de España. ¿La resaca de Barcelona 92 a nivel económico fue muy chunga?

Caramierder

#5 No. Barcelona es infinitamente mejor ahora de lo que era antes, pero no puede compararse porque de esto hace ya 25 años, la ciudad necesitaba muchos arreglos y ahí Maragall lo hizo muy bien arreglando el puerto deportivo, la Barceloneta que cambió mucho, el Raval que era lo peor y ahora es zona de hipsters... BCN 92 puso en el mapa la ciudad hasta el punto de que tu dices "España" en Canadá y la gente responde: "Barcelona". Dudo mucho que otra ciudad pueda emular un caso así, no todas tienen las cualidades de Barcelona.

Aergon

#5 los que fueron un verdadero pufo son la expo de Sevilla y lo de madrid ciudad cultural. Intentando seguir su ritmo nos dimos un morrazo de espanto