En Fortunata y Jacinta Benito Pérez Galdós llamaba a la iglesia de San Lorenzo, del castizo Lavapiés, “la parroquia de los chinches”. Pasados 130 años el antipático insecto sigue incordiando, tanto que el Ayuntamiento de Madrid, la policía y los vecinos, se han sentado a atajar el problema antes de que termine convirtiéndose en una gran plaga por toda la ciudad. Se acabó ver durante días los colchones infestados a la puerta de las casas, un foco de propagación rápido.
Comentarios
#0 Bonito copia/plagio de ccaa.elpais.com/ccaa/2014/07/11/madrid/1405106105_957488.html, hasta la foto.
Se admiten chistes fáciles.
#2 Venga, empiezo.
Es que si solo se lavan los pies, es normal que salgan bichos en el resto del cuerpo
(perdón a la gente de lavapiés)
Los perroflautas de la zona aprueban este envío.