Londres restringió el tráfico privado en el centro en 2003 y en Alemania ya hay 50 urbes que hacen lo mismo (Berlín comenzó en 2008). Madrid Central, la primera zona de bajas emisiones de España, llegó hace tan solo un año pero ha mostrado su eficacia. El área de bajas emisiones, que sigue en vigor pese a los anuncios de Almeida de descafeinarla, impulsa una bajada del dióxido de nitrógeno en casi toda la ciudad.
Lo que demuestra que el llamado efecto frontera no tenía el más mínimo fundamento estadístico, medioambiental o científico.
Una especie de "invento-bulo-fantasía-ocurrencia" que lo único que pretendía es que los millones de supporters de los que hacían la propuesta, repitieran como loros condicionados bajo coacción de restricción en la ingesta de cacahuetes, el mantra oficial para desprestigiar la mejor medida tomada en Madrid en décadas. Una medida que de un plumazo atacaba de frente la reducción de un problema de salud pública general y que afecta a todos los madrileños.
Ese efecto frontera no tenía la más mínima lógica para cualquier técnico en movilidad y era la típica ocurrencia de unos ignorantes en ese campo, si se tiene en cuenta la formación en temas técnicos de los hacían la previsión.
P'a que lo entendamos, es como si ponemos a un copista del Prado a regular una central nuclear que se ha ido de madre. El copista sabrá mucho de pintura pero no es esperable que pueda solucionar una crisis en la nuclear porque su formación, aunque sea excelente en su campo, lo incapacita para solucionar un problema cuya solución desconoce.
La eliminación de Madrid Central era una "bandera" muy fácil de agitar antes de las elecciones. Bajo el pretexto de la "libertad" de los madrileños para moverse como quiera (contaminen o no), fue uno de los temas estrella de la campaña de caracipote.
Ahora, una vez en el Gobierno Municipal, la realidad se impone, y no la van a eliminar.
¿Os acordáis del PSOE y la OTAN? Tres cuartos de lo mismo.
Comentarios
Lo que está reduciendo el Carapolla.
#3 Gracias a él ahora la gente coge más el transporte urbano Arte urbano madrileño políticamente incorrecto.…
Arte urbano madrileño políticamente incorrecto.…
twitter.comLo que demuestra que el llamado efecto frontera no tenía el más mínimo fundamento estadístico, medioambiental o científico.
Una especie de "invento-bulo-fantasía-ocurrencia" que lo único que pretendía es que los millones de supporters de los que hacían la propuesta, repitieran como loros condicionados bajo coacción de restricción en la ingesta de cacahuetes, el mantra oficial para desprestigiar la mejor medida tomada en Madrid en décadas. Una medida que de un plumazo atacaba de frente la reducción de un problema de salud pública general y que afecta a todos los madrileños.
Ese efecto frontera no tenía la más mínima lógica para cualquier técnico en movilidad y era la típica ocurrencia de unos ignorantes en ese campo, si se tiene en cuenta la formación en temas técnicos de los hacían la previsión.
P'a que lo entendamos, es como si ponemos a un copista del Prado a regular una central nuclear que se ha ido de madre. El copista sabrá mucho de pintura pero no es esperable que pueda solucionar una crisis en la nuclear porque su formación, aunque sea excelente en su campo, lo incapacita para solucionar un problema cuya solución desconoce.
La eliminación de Madrid Central era una "bandera" muy fácil de agitar antes de las elecciones. Bajo el pretexto de la "libertad" de los madrileños para moverse como quiera (contaminen o no), fue uno de los temas estrella de la campaña de caracipote.
Ahora, una vez en el Gobierno Municipal, la realidad se impone, y no la van a eliminar.
¿Os acordáis del PSOE y la OTAN? Tres cuartos de lo mismo.
Pero me temo que va a ser por poco tiempo.
Las mascarillas con la bandera patria no son tan eficientes y cómodas para los madrileños.