Aunque Felipe VI declaró en febrero que un año atrás había renunciado a la posible herencia por los negocios oscuros de su padre y después retiró la asignación a su padre, estos gestos no han sido suficientes para acallar las intentonas de deslegitimar la monarquía en España. Las posibilidades ahora van desde la salida de Juan Carlos de Zarzuela a un posible exilio acogido en alguna monarquía árabe.
No importa cuántos gestos quiera hacer Felipe VI; son gestos que solo salen de él conceder, y a los que no está obligado. En monarquía, el pueblo no puede hacer nada, está indefenso, no tiene ningún recurso que le permita tomar medidas contra la corrupción que se produzca en el entorno del rey.
En monarquía, que el jefe de Estado quiera corromperse o por el contrario quiera ser honrado es solo una decisión que él toma personalmente según sus propios criterios, sin que el pueblo tenga ninguna posibilidad de emprender medidas para prevenir o en su caso combatir la posible corrupción del rey (bien cambiando de jefe de Estado por unas elecciones democráticas, o bien castigando al rey corrupto por la vía judicial).
No importa cuántos gestos paripés de honradez o compensación quiera ahora hacer el favor de regalarnos Felipe VI sin tener obligación ni deber de hacerlo. Nos toman por completos gilipollas si se imaginan que pueden distraer nuestra atención de la cuestión central a base de esos gestos de Felipe VI.
Lo que falla de la monarquía no es la corrupción del rey (el presidente de una república también puede corromperse); lo que falla de la monarquía es la indefensión del pueblo ante la corrupción del rey, es decir, el hecho de que el pueblo se encuentre en una situación legal-constitucional por la que no tiene en su mano hacer nada para defenderse al respecto de la corrupción del rey (ni por la vía de elegir otro jefe de Estado por elecciones democráticas, ni por la vía de castigar judicialmente la corrupción del rey).
Teniéndose en cuenta que tanto en monarquía como en república hay una jefatura de Estado y que la única diferencia entre ellas se reduce a que en monarquía la jefatura de Estado se sucede por línea consanguínea (mientras que en república al jefe de Estado se le elige democráticamente), y que, con base en este fundamental concepto, la defensa de la monarquía queda pues reducida a la defensa de que la jefatura de Estado se suceda por línea consanguínea en vez de por vía democrática, lo único que puede decirse entonces es que defenderse la monarquía (es decir, defenderse que la jefatura de Estado se pase por línea consanguínea) es la más absoluta y rotunda estupidez (máximo cuando tenemos en cuenta los antecedentes familiares que existen entre los Borbón, antecedentes familiares que cobran importancia cuando es la línea consanguínea la que determina la jefatura de Estado).
En república el pueblo no sufre la indefensión ante las instituciones que sufre en la monarquía; en república el pueblo puede defenderse de la delincuencia del jefe de Estado eligiendo a otro jefe de Estado distinto por vía democrática y castigando judicialmente al jefe de Estado que delinque.
No importa cuántos gestos quiera hacer Felipe VI; son gestos que solo salen de él conceder, y a los que no está obligado. En monarquía, el pueblo no puede hacer nada, está indefenso, no tiene ningún recurso que le permita tomar medidas contra la corrupción que se produzca en el entorno del rey.
En monarquía, que el jefe de Estado quiera corromperse o por el contrario quiera ser honrado es solo una decisión que él toma personalmente según sus propios criterios, sin que el pueblo tenga ninguna posibilidad de emprender medidas para prevenir o en su caso combatir la posible corrupción del rey (bien cambiando de jefe de Estado por unas elecciones democráticas, o bien castigando al rey corrupto por la vía judicial).
No importa cuántos gestos paripés de honradez o compensación quiera ahora hacer el favor de regalarnos Felipe VI sin tener obligación ni deber de hacerlo. Nos toman por completos gilipollas si se imaginan que pueden distraer nuestra atención de la cuestión central a base de esos gestos de Felipe VI.
Lo que falla de la monarquía no es la corrupción del rey (el presidente de una república también puede corromperse); lo que falla de la monarquía es la indefensión del pueblo ante la corrupción del rey, es decir, el hecho de que el pueblo se encuentre en una situación legal-constitucional por la que no tiene en su mano hacer nada para defenderse al respecto de la corrupción del rey (ni por la vía de elegir otro jefe de Estado por elecciones democráticas, ni por la vía de castigar judicialmente la corrupción del rey).
Teniéndose en cuenta que tanto en monarquía como en república hay una jefatura de Estado y que la única diferencia entre ellas se reduce a que en monarquía la jefatura de Estado se sucede por línea consanguínea (mientras que en república al jefe de Estado se le elige democráticamente), y que, con base en este fundamental concepto, la defensa de la monarquía queda pues reducida a la defensa de que la jefatura de Estado se suceda por línea consanguínea en vez de por vía democrática, lo único que puede decirse entonces es que defenderse la monarquía (es decir, defenderse que la jefatura de Estado se pase por línea consanguínea) es la más absoluta y rotunda estupidez (máximo cuando tenemos en cuenta los antecedentes familiares que existen entre los Borbón, antecedentes familiares que cobran importancia cuando es la línea consanguínea la que determina la jefatura de Estado).
En república el pueblo no sufre la indefensión ante las instituciones que sufre en la monarquía; en república el pueblo puede defenderse de la delincuencia del jefe de Estado eligiendo a otro jefe de Estado distinto por vía democrática y castigando judicialmente al jefe de Estado que delinque.
¿Pero no esperaban hace unas semanas que sacase un comunicado renegando de su padre? Ah, que juancar se niega a renunciar a su cargo de rey emérito......los borbones borboneando.
Tiene guasa: estos gestos no han sido suficientes para acallar las intentonas de deslegitimar la monarquía en España. La deslegitimación de la monarquía la está haciendo la monarquía.
Comentarios
Nos toman por completos gilipollas.
No importa cuántos gestos quiera hacer Felipe VI; son gestos que solo salen de él conceder, y a los que no está obligado. En monarquía, el pueblo no puede hacer nada, está indefenso, no tiene ningún recurso que le permita tomar medidas contra la corrupción que se produzca en el entorno del rey.
En monarquía, que el jefe de Estado quiera corromperse o por el contrario quiera ser honrado es solo una decisión que él toma personalmente según sus propios criterios, sin que el pueblo tenga ninguna posibilidad de emprender medidas para prevenir o en su caso combatir la posible corrupción del rey (bien cambiando de jefe de Estado por unas elecciones democráticas, o bien castigando al rey corrupto por la vía judicial).
No importa cuántos
gestosparipés de honradez o compensación quiera ahora hacer el favor de regalarnos Felipe VI sin tener obligación ni deber de hacerlo. Nos toman por completos gilipollas si se imaginan que pueden distraer nuestra atención de la cuestión central a base de esos gestos de Felipe VI.Lo que falla de la monarquía no es la corrupción del rey (el presidente de una república también puede corromperse); lo que falla de la monarquía es la indefensión del pueblo ante la corrupción del rey, es decir, el hecho de que el pueblo se encuentre en una situación legal-constitucional por la que no tiene en su mano hacer nada para defenderse al respecto de la corrupción del rey (ni por la vía de elegir otro jefe de Estado por elecciones democráticas, ni por la vía de castigar judicialmente la corrupción del rey).
Teniéndose en cuenta que tanto en monarquía como en república hay una jefatura de Estado y que la única diferencia entre ellas se reduce a que en monarquía la jefatura de Estado se sucede por línea consanguínea (mientras que en república al jefe de Estado se le elige democráticamente), y que, con base en este fundamental concepto, la defensa de la monarquía queda pues reducida a la defensa de que la jefatura de Estado se suceda por línea consanguínea en vez de por vía democrática, lo único que puede decirse entonces es que defenderse la monarquía (es decir, defenderse que la jefatura de Estado se pase por línea consanguínea) es la más absoluta y rotunda estupidez (máximo cuando tenemos en cuenta los antecedentes familiares que existen entre los Borbón, antecedentes familiares que cobran importancia cuando es la línea consanguínea la que determina la jefatura de Estado).
En república el pueblo no sufre la indefensión ante las instituciones que sufre en la monarquía; en república el pueblo puede defenderse de la delincuencia del jefe de Estado eligiendo a otro jefe de Estado distinto por vía democrática y castigando judicialmente al jefe de Estado que delinque.
"Las posibilidades ahora van desde la salida de Juan Carlos de Zarzuela a un posible exilio acogido en alguna monarquía árabe"
Esperemos que entre esas posibilidades no este Botsuana...
¿Hay furgol ese día ?
Bueno, pero seguro que el traspaso de la nómina del Juan Carlos a Felipe, fue rápida.
Ya os digo yo el gesto que va a hacer: dedo medio estirado, los demás encogidos.
"Papá, te tengo que echar de casa por corrupto…"
#10 "Muy bien, pero ya te tocará a ti, hijo. Ya te tocara..."
Esperemos sentaos.
La espera me mata, este año no me voy de vacaciones por culpa del coronavirus... De la Zarzuela.
Son gente de tradiciones, esperará a que estemos conmocionados por un segundo estado de alarma...
El tiempo suficiente para que salga otro escándalo y se tape este. Total, ¿qué se va a hacer? ¿Una reforma constitucional? MUAHAHA
¿Se habéis fijado en la foto en la que el MuyEspañol ilustra la noticia?.
Parece como si alguien se hubiera ido de vareta. ¿O no?
#7 os habéis fijado? 😜
#7 la mejor sigue siendo esta
¿Pero no esperaban hace unas semanas que sacase un comunicado renegando de su padre? Ah, que juancar se niega a renunciar a su cargo de rey emérito......los borbones borboneando.
https://informalia.eleconomista.es/informalia/actualidad/noticias/10671998/07/20/Zarzuela-echara-a-don-Juan-Carlos-el-domingo-por-la-noche-y-via-comunicado.html
República.
Tiene guasa: estos gestos no han sido suficientes para acallar las intentonas de deslegitimar la monarquía en España. La deslegitimación de la monarquía la está haciendo la monarquía.
República.