La imaginación y la dificultad para distinguir entre la fantasía y la realidad, intentar conseguir algo que les interesa o la baja autoestima son algunas de las razones más habituales por las que los niños pueden desarrollar tendencia a mentir. la organización de educadores señala también entre otras causas la necesidad de "llamar la atención de las personas importantes de su entorno", evitar un castigo o reprimenda, defenderse ante una amenaza o refugiarse en un "mundo de ficción" ante la falta de afecto.
Comentarios
¡Qué diferentes a los adultos!
Pequeños peperos en ciernes
#6 Que se lo pregunten a José Ignacio Echeverría o a Miguel Ángel Rodríguez
¿No dicen que los niños no mienten?
Poneros de acuerdo, educadores del mundo.
#5 Y los borrachos.
Mienten para evitar un mal mayor.
Como dice el maestro Louie, como les vamos a prohibir usar una manera tan perfecta de solucionar los problemas?
igual que los politicos anda!