En 2011, la asistenta social le permitió quedarse con todos los descendientes de su hija mayor, que los había abandonado. Alguno, pese a que ya tenía ocho años, aún usaba chupete y biberón. Apenas sabían ducharse o cepillarse los dientes. La mujer tuvo que dejar su trabajo como cuidadora de personas con discapacidad. "Les explico que una mala decisión les puede arruinar la vida", dice esta heroína descreída, que hace malabares con los 1.500 euros que le paga la Junta de Andalucía. "No he hecho nada más de lo que debía".
Comentarios
Vaya vidas locas que lleva alguna gente (estoy pensando en la madre que no se hacía cargo de ellos),
Dando tumbos de un lado a otro, preñándose sin control, pasando de los niños,..
#2 Al final esa es la gente más lista, ya les pagamos los demás sus irresponsabilidades. Una estrategia evolutiva muy acertada en los tiempos que corren.
#3 Tanto como lista.
No creo yo que la que abandonó a sus hijos tenga una vida envidiable precisamente.
#2 7 hijos !! y es incapaz ni siquiera de cuidar a 1.
Si lo del carnet de paternidad se debería implantar por muy nazi que suene.
Pues espero que se le de mejor criar nietos que hijas...
Salen a 2 barras de pan diarias por cabeza. Mucho pan me parece a mí.