La Policía peruana se adentraba en la selva de San Martín de Pangoa en busca de Patricia Aguilar, la joven de Elche que en 2017 fue captada por una secta dirigida por el que se hacía llamar príncipe Gurdjeff, Félix Steven Manrique, ahora en la cárcel. El periplo de sus familiares para dar con ella pasó por todos los estadios. Desde el ruego y la denuncia, hasta hacerse pasar por una joven para hablar con el gurú. La marcha a Perú de la joven alicantina Anna Marín reaviva el debate de la voluntariedad: "Falta concienciación".
Comentarios
Rel: Se fue a un cumpleaños y nunca regresó: 16 días sin Anna Marín, la universitaria de Elche captada por una secta “pseudoreligiosa” en Perú http://menea.me/2amhg
#3 Prácticamente cualquier religión/ideología es una secta. Yo esto, por ejemplo, lo veo propio de miembros de una secta, es decir, alguien dispuesto a sacrificarse, a ir de mártir por la causa en la que cree.
https://www.mundodeportivo.com/actualidad/20230830/1002060684/merecen-esto-atropellan-tres-activistas-climaticos-cortar-calle-alemania-dct.html
romantizar la estupidez de la gente que cae voluntariamente en una secta
#2 Todo son risas hasta que haces notar a la gente que el cristianismo es simplemente una secta legalizada.
Que, por otra parte, no es muy distinta de las chaladuras de los novax y demás sujetos de las redes
#2 Voluntariamente hasta que deja de serlo, y ahí empieza el drama. Yo no culparía a las víctimas, sino a las sectas.
#4 las sectas no existirian si la gente no fuese voluntariamente a la puerta.
#5 Ni las drogas, ni el juego. Pero resulta que hay gente que se vuelve drogadicta o ludópata, y jamás diría que se lo merecen, a pesar de haber entrado voluntariamente en ello.