La trama organizada en la Policía durante el último Gobierno del Partido Popular para atacar a la oposición se sienta por primera vez en el banquillo. El comisario que eligió aquel Ejecutivo para dirigir el Cuerpo, Eugenio Pino, y uno de los mandos que ocuparon la primera línea de la brigada política que éste organizó, Bonifacio Díez Sevillano, serán juzgados a partir del martes por haber intentado impulsar la causa judicial contra los Pujol con información presuntamente robada.
Comentarios
Cuando vea en el banquillo a Jorge Fernández Díaz me lo creeré.
#10
Claro, el inventarse pruebas es legal, el saltarse la ley mandando que no se destruyan vídeos en los que no hay delito ni denuncia es legal, el montar una polícia politíca es legal.
Joder qué raros sois los de carcunda para la legalidad.
#10 hablo del tratamiento de las noticias en Menéame...
Si no te gusta tienes otros sitios, puedes probar en forocoches por citar alguno, pero estar en una web que no te convence no dice mucho de tu sensatez
¿Pero se lo afinan o no se lo afinan?
#5 Ya se lo habían afinado en el Club de los 10.000 euristas: Interior convierte a un grupo de policías afines en el 'club de los diezmileuristas'
Si hay delito que les caiga la pena correspondiente. Pero me resulta gracioso el tema de que si en vez de PP pusiera Podemos o PSOE, y el periódico fuera ABC o El Español la noticia estaría ya hundida, y con razón, por el sensacionalismo del titular. "Policia política", dicen...
#6
A lo mejor no hay esa noticia que te resulta tan graciosa porque a diferencia del PP, Podemos o el PSOE no ha creado ningua policía política.
#7 No, solo cesan a mandos que no hacen lo que ellos quieren, aunque la petición sea ilegal...
Aparte de que no hablo de eso, hablo del tratamiento de las noticias en Menéame...
Siempre que hay un juicio así, cae un chivo expiatorio. ¿A que es Marcelo, el ángel de la guardia de Jorge Fernández Díaz?
Temblandito están...
Son compañeros.
¿Y qué decidirán hacer? ¡Qué nervios!
sentarán a los polícias/comisarios que recibían las órdenes, pero no a los políticos que las daban.